viernes, 26 de febrero de 2010

Inauguración de la Cátedra Libre de Historia “Doctora Irma Mendoza”


Los Blogs - Historiografías

- Viento del Sur Editores

- San Juan de los Morros y

el Estado Guárico







INVITAN


A la Inauguración de la Cátedra Libre de Historia

“Doctora Irma Mendoza”



Conferencia:

Disertación sobre la vida y obra

de la historiadora Irma Mendoza

por el doctor Felipe Hernández



Lugar: San Juan de los Morros. Biblioteca Pública

Central “Rómulo Gallegos”

Fecha: miércoles 3 de marzo de 2.010

Hora: 9 de la mañana

lunes, 22 de febrero de 2010

ELIAS MANUITT CAMERO (Notas biográficas)


Carlos A. López Garcés

Cronista de Altagracia de Orituco

Municipio José Tadeo Monagas

Estado Guárico






Nació en Altagracia de Orituco, estado Guárico, el 27 de febrero de 1929. Hijo de Leopoldo Manuitt y Ofelia Camero(1). Estudió primaria en la Escuela Federal Angel Moreno y secundaria en el Liceo Ramón Buenahora, en su pueblo natal. Ingresó a la Escuela Militar de Venezuela, Caracas, de donde egresó en la Promoción Santiago Mariño, con el grado de Subteniente en el año 1951. Contrajo matrimonio por primera vez con Amelia Castellano; de esta unión nacieron: Elías, Flor y Amelia(2). Se incorporó a la conspiración militar contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, que se concretó con el levantamiento del 1º de enero de 1958, la cual había organizado desde 1952 el capitán Juan Vicente Tineo Arismendi, quien luego cedió la conducción al comandante Hugo Trejo, por ser éste el oficial de mayor graduación, de acuerdo con escrito periodístico de David R. Chacón Rodríguez:


“El iniciador de este movimiento fue el oficial Juan Vicente Tineo Arismendi, quien conformó la estructura insurreccional que culminó con el levantamiento del 1º de enero. Gracias a su tenacidad se crearon las células conspirativas a partir de 1952. Es él quien se encarga de captar oficiales en pro de la causa, y mantener contacto permanente con la resistencia civil a través de Luis Sánchez Bellorín, en Caracas y Castor Nieves Ríos, en La Victoria.

La primera célula conspirativa estaba formada por el Mayor José Medardo Rondón, los Tenientes Luis José Hernández Campos y Rodríguez Meza, y los Sub. Ttes. José Peña Peña y Juan Vicente Tineo Arismendi, quien la comandaba.

Para el año de 1956, en Maracay, son ya diez [sic] oficiales comprometidos, ellos eran: los Capitanes Harold Riera Sequera y Juan Vicente Tineo Arismendi; los Ttes. Elías Manuit [sic] Camero, Rafael Ramírez Isea y José Córdova Montaner; los Sub. Ttes. Felipe Testamarck Hernández, Simón Paredes Alamo, Jacinto Rafael Pérez Arcay, Anatolio Gamboa Rodríguez, Gonzalo Antonio Abreu Molina y Rodolfo Rubín Paradisi.

Posteriormente se crea otro grupo dirigido por el Comandante Hugo Enrique Trejo y al darse cuenta que trabaja por los mismos ideales, Tineo Arismendi acuerda reunirse en su casa, el 6 de enero de 1957 y allí acepta la conducción de Trejo por ser el militar de más alta graduación.”(3)


Dado el fracaso del golpe del 1º de enero de 1958, dirigido por el comandante Hugo Trejo, Elías Manuitt Camero fue hecho prisionero y conducido a la Cárcel Modelo de Caracas, junto con otros implicados en aquella conspiración; allí, el 8 de enero de 1958, escribió un encendido poema “A Pérez Jiménez”, ilustrativo de su férrea actitud antiperezjimenista y cuyos tres últimos cuartetos dicen:


“Aquí nos tienes, cieno, encarcelados,

se impuso la maldad, hierro candente,

pero no lograrás doblar la frente

de estos nobles y auténticos soldados.


Tras esta reja, a la que no tememos,

estamos los hombres que la patria honramos,

los que ante ti jamás nos humillamos

y una conciencia digna mantendremos.


Arroja el traje que manchó tu mano,

vete a las sombras, podredumbre impía,

ya no envilezcas más la patria mía

que está cansada de albergar tiranos.”(4)


Elías, junto con los otros presos políticos de la Modelo, salió en libertad inmediatamente después de conocerse la huida del dictador en la madrugada del 23 de enero de 1958. Este mismo día estuvo en el Palacio de Miraflores entre quienes firmemente conminaron a los coroneles Abel Romero Villate y Roberto Casanova a abandonar la Junta de Gobierno, a la cual habían sido incorporados, aun cuando eran reconocidos militares partidarios del perezjimenato(5). En aquellas circunstancias, propuso y mantuvo la consigna de civiles a la Junta para contrarrestar la continuidad del régimen recién derrocado6).

Manuitt Camero era capitán del Ejército de Venezuela a cuyo cuerpo de artilleros pertenecía. Fue Jefe de la Policía de El Junquito(7), de donde desertó en franca oposición al régimen adeco y pro-imperialista representado por el presidente Rómulo Betancourt, un engendro del Pacto de Punto Fijo que cercenaba las libertades democráticas inspiradoras del espíritu unitario y popular del 23 de enero. Elías se incorporó al frente guerrillero José Leonardo Chirinos, que operaba en los estados Falcón y Lara, donde participó como el Comandante Emiliano, nombre que tomó de su abuelo Emiliano Manuitt(8). Fue Presidente de la Comandancia del Frente de Liberación Nacional y de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FLN-FALN)(9).

Ante el evidente fracaso de la lucha armada venezolana de los años sesenta del siglo XX, este jefe guerrillero fue trasladado a Cuba, donde permaneció varios años y en cuya representación cumplió misiones revolucionarias en Nor-Corea y otros países. En esa isla caribeña contrajo segundas nupcias con la cubana Teresa Hernández, pianista y médica otorrinolaringologa, con quien tuvo un hijo de nombre Ernesto Che(10). Expresaba con mucha satisfacción su inocultable orgullo por haber derribado un avión de las fuerzas militares estadounidenses invasoras cuando combatía en Vietnam, según afirmó él mismo en conversación con el autor de este trabajo sostenida una tarde, junto a la plaza Bolívar, en la llamada esquina de la Iglesia de Altagracia de Orituco.

Regresó a Venezuela en 1978, después de mucho tiempo de exilio, cuando gobernaba Carlos Andrés Pérez, quien, por diligencias de un compañero de promoción de Manuitt Camero, le perdonó los cargos judiciales que pesaban sobre él. Siempre se negó a la posibilidad de dejarse atrapar por la codicia del poder y de los poderosos. Fue un crítico muy severo de los reformismos socialdemócratas y socialcristianos y del revisionismo marxista. Mantuvo íntegramente su radical oposición al imperialismo norteamericano e insistía en el deber militante de aupar la solidaridad internacional entre los pueblos oprimidos por la dominación imperial. Cuestionó rigurosamente el comportamiento antiético y entreguista de algunos jefes guerrilleros venezolanos de la década de los sesenta. No ocultaba su inquietud por el comportamiento de la dirigencia del izquierdismo en Venezuela de los años setenta y ochenta del siglo XX, más motivada por asumir cargos de cómoda representación ejecutiva y legislativa que por encontrar una vía política acertada a la crisis social y económica nacional, para reducir significativamente los altos índices de pobreza y rescatar los valores nacionales con el objeto de enfrentarlos a la trasculturación neocolonialista. No aceptaba la pasividad de los venezolanos ante la política alienante de los gobiernos pro-yanquis impuestos por las clases dominantes. Poseía el don de la extraordinaria sensibilidad social, como característica básica asociada a su consistencia ideológica y formación política. Predicaba y practicaba la significación de la dignidad patriótica. Idealizaba la transformación de Venezuela en un país auténticamente democrático, libre, independiente, autónomo y soberano, donde imperara estrictamente la justicia en todos los ámbitos del quehacer humano. Era muy respetuoso y admirador de la conducta revolucionaria de Fidel Castro, del Che Guevara y del pueblo de Cuba, lo que no le inhibía su sentido crítico a la Revolución Cubana ni a otras naciones del mundo socialista, con lo cual aplicaba la autocrítica como recurso necesario para la construcción y consolidación del socialismo. Sus angustiosas preocupaciones por la grave situación socio-económica nacional no encontraron la resonancia política requerida; se convirtieron en “soledades” tormentosas, saturadas de frustraciones y decepciones, que motivaron su muerte inesperada. Se suicidó disparándose un tiro en la región parietal derecha, el 8 de febrero de 1988, en su residencia, ubicada en la vereda 4 de la urbanización Paural I de Altagracia de Orituco, próximo a cumplir cincuentinueve años de edad(11). Padecía de enfisema pulmonar como resultado de haber sido habitual fumador de tabaco.

La escritora Mery Sananes acertó en febrero de 1989 cuando resumió la significación de aquella nefasta y entristecedora realidad en los siguientes términos:


“Elías, tu disparo nos alcanza a todos […] Y su eco no deja de sonar por doquier con un mensaje y unas señas que hay que recoger, retomar, no para que se silencie sino para transformarlo en melodía y esperanza, como tú lo quisiste. Y por eso, hay que seguir trabajando, silenciosa y tenazmente, para convertir el fuego en faro de luz que permita advertir que tu gesto desolado no es otra cosa que lección, alerta, llamado y sacrificio.”(12)


Es pertinente observar que un año después de la muerte de Elías Manuitt Camero, el 27 de febrero de 1989, ocurrió la explosión social conocida como El Caracazo, que se prolongó hasta el 1º de marzo siguiente. Tres años más tarde, el 4 de febrero de 1992, sucedió la rebelión militar encabezada por el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, la cual fue derrotada por fuerzas leales al gobierno presidido por Carlos Andrés Pérez. Sin temor a imprecisiones descabelladas, es oportuno anotar que ambos hechos pueden ser considerados como consecuencia de las mismas preocupaciones que fatigaban al capitán Elías Manuitt Camero e indicaron un reforzamiento a la esperanza de las clases populares venezolanas para continuar luchando contra la dominación capitalista.

Elías Manuitt Camero era músico, compositor y poeta; ejecutaba el cuatro y la guitarra. Escribió un libro titulado Sueños de amor y libertad, que fue publicado por la Fundación Cátedra Pío Tamayo de la Universidad Central de Venezuela en 1990. Su contenido es un valioso aporte para comprender el pensamiento y la espiritualidad de su autor.


REFERENCIAS


(1) Registro Civil del Municipio José Tadeo Monagas del Estado Guárico (R.C.M.J.T.M.E.G.): Libro de Nacimientos del Municipio Altagracia de Orituco, Distrito Monagas del Estado Guárico. Acta Nº 185. Año 1933. SIERRA DE SANCHEZ, MarÍa Inocencia: Información oral. Altagracia de Orituco, lunes 19 de enero de 2009.

(2) R.C.M.J.T.M.E.G.: Libro de Defunciones del Municipio Altagracia de Orituco, Distrito Monagas del Estado Guárico. Acta Nº 35. Año 1988.

(3) CHACON RODRIGUEZ, David R. “¿Cómo se gestó el golpe del 1º de enero de1958?”. Diario Vea. Año 5. Nº 1.916. Caracas, lunes 12 de enero de 2009; p. 25.

(4) MANUITT CAMERO, Elías. Sueños de amor y libertad. Caracas. Universidad Central de Venezuela, Fundación Cátedra Pío Tamayo, 1990. ((Colección Testimonio).

(5) AVILA ARROYO, Miguel. Información oral. Altagracia de Orituco, domingo 18 de enero de 2009.

(6) BLANCO MUÑOZ, Agustín.”El vuelo de Elías” (en: MANUITT CAMERO, Elías. Sueños de amor y libertad. Caracas, 1990; p.10)

(7) IBIDEM.

(8) AVILA ARROYO: información citada.

(9) Granma. “Declaraciones del comandante Elías Manuitt sobre el ajusticiamiento de Iribarren”. La Habana (Cuba), 6 de marzo de 1967.

(10) R.C.M.J.T.M.E.G.: Libro de Defunciones del Municipio Altagracia de Orituco, Distrito Monagas del Estado Guárico. Acta Nº 35. Año 1988. AVILA ARROYO y SIERRA DE SANCHEZ: informaciones citadas.

(11) R.C.M.J.T.M.E.G.: Libro de Defunciones del Municipio Altagracia de Orituco, Distrito Monagas del Estado Guárico. Acta Nº 35. Año 1988.

(12) SANANES, Mery. “Elías Manuitt Camero: capitán de amor y libertad”. (en: MANUITT CAMERO, Elías. Sueños de amor y libertad. Caracas, 1990; p.20).

miércoles, 17 de febrero de 2010

ELISA PINEDA DE BELISARIO


Daniel R. Scott





Decir: "¿quién no la conoce?" es una pregunta ociosa y hasta irrespetuosa. Todos sabemos de su existencia, de su porte y linaje intelectual. Sobra la pregunta, o a lo sumo es una pregunta retórica. Es conocida por todos. Vida que es mérito y trayectoria fructífera. No es figura prefabricada salida de la nada. No es la invención de las malas artes de una mediocridad, como muchas invenciones que vemos hoy en día por allí. No es medianía que se quiere sentar en el trono del saber, como es la moda hoy. Es ilustrada por derecho propio. Su presencia en eventos tales como la "Cátedra Permanente De Personajes Guariqueños" patrocinanado por la Biblioteca Pública Central "Rómulo Gallegos," es inapreciable, como lo es también cuando se presenta en cualquier otro evento cultural u homenaje realizados a luminarias que han dejado huella en nuestro quehacer histórico regional. Su asistencia misma en tales eventos es un homenaje a su aquilatada personalidad. Sus intervenciones en tono pausado y llenas de datos, frases, sentencias, historias y reflexiones, dictan cátedra. Acertada, mesurada, escribirle este panegírico para mí es un honor y un privilegio. ¿Qué sería de la patria que soñó Bolivar y Rodriguez sino contara con el aporte de almas humildes e ilustradas como las de Elisa Pineda de Belisario? Que para resumir es a quien me refiero. Repito lo mismo que en otros de mis artículos: ¿Qué podría decir de nuestra biografiada sin quedarme corto de ideas e información vital? A falta de cosecha propia, dejemos a Lorenzo Rubín Zamora hablar de ella en mi lugar. Dice que es una "Dama de gran distinción y de espíritu abierto a las actividades sociales, intelectuales y políticas del Estado Guárico." De este corto pensamiento extraemos dos conceptos interesantes y profundos: Lo primero que ha de prevalecer en un individuo para que sea realmente eficaz y productivo es "SER" y luego "EL HACER." Primero viene "su gran distinción" y luego, como consecuencia natural, "las actividades sociales, intelectuales y políticas." Lo dijo en su libro "Un sitio en la cumbre" el escritor Félix Cortéz: "Ser, hacer y tener son las tres estrellas brillantes de la grandeza; de las tres, la más brillante es ser." Hoy queremos hacer sin antes ser, ignorando que nuestras obras serán perdurables en la medida que nuestro espíritu esté debidamente cultivado y hermoseado de virtudes e ideales. Es por ello, en palabras del autor arriba citado, que la obra social de Elisa Pineda de Belisario es "elevada y de encomio, reconocida por su eficacia en la especialidad de rehabilitación de jóvenes con trastornos de conducta, y en protección de la infancia desvalída." Y añade: "Posee capacidad intelectual que se manifiesta en sus hechos y producciones literarias." Por ello desde está mi breve columna un saludo reverente y cariñoso a la matrona objeto de esta reseña, pidiendo a la comunidad que sepa honrar a todos lo que como ella, se entregaron a la noble tarea de construir sin alharacas de ningun tipo la patria que nos merecemos y debe ser. Basta que cada quien sea capaz de transformar el espacio que le tocó vivir. Hasta aquí llego, mi querida dama de linaje elevado y sin mácula. Quisiera, apreciado lector, poseer la madurez, el estudio y una pericia renacentista para pintar con maestría el retrato de Elisa Pineda de Belisario, pero ( ¡Oh pluma torpe la mía! ) me conformo con darte un boceto imperfecto que, eso si, puedas admirar y te sirva de ejemplo.

Tomado de http://www.guaricopina.blogspot.com/

martes, 16 de febrero de 2010

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS ECONÓMICAS DE PARAPARA EN DOCUMENTOS DEL OBISPO MARIANO MARTÍ DE1780


Ponencia presentada en las

VII JORNADAS DE GEOHISTORIA DE PARAPARA

Parapara, sábado 30 de enero de 2010





Carlos A. López Garcés

Cronista de Altagracia de Orituco

Municipio José Tadeo Monagas

Estado Guárico









CONTENIDO


1.- La tierra

1-1.- Ubicación

1-2.- Uso

1-3.- Tenencia

2.- Pulpería

3.- Esclavos

4.- Capital eclesiástico

4-1.- Prorrateo

4-2.- Renta del cura

4-3.- Renta de la Iglesia

4-4.- Otras fuentes

4-4-1.- Censo de la Lámpara del Santísimo

4-4-2.- Terceras dominicas

4-4-3.- Relicario de Nuestra Señora de la Peña

4-4-4.- Entierros

4-4-5.- Excedente

4-4-6.- Posibilidades faltantes

5.- Mandatos

Referencias

Bibliografía

Apéndice


ALGUNAS CARACTERÍSTICAS ECONÓMICAS DE PARAPARA

EN DOCUMENTOS DEL OBISPO MARIANO MARTÍ DE1780


El Obispo Mariano Martí permaneció en Parapara desde el 10 hasta el 16 de mayo de 1780(1), con la finalidad de visitarla pastoralmente para conocer el estado de aquella parroquia, como lo estaba haciendo con otras de la diócesis venezolana, que a él le correspondía atender por su condición de máxima autoridad eclesiástica diocesana. La visita le sirvió al prelado para obtener abundante información acerca de la comunidad paraparense, lo que ahora es fuente de consulta para los interesados en la historia colonial de las regiones y localidades venezolanas. De esas noticias son extraídas algunas características económicas de Parapara, expuestas a continuación de este párrafo, mediante las cuales es factible deducir la situación de pobreza de esta parroquia entonces:


1.- La tierra

1-1.- Ubicación:

Martí observó que el pueblo estaba ubicado a orillas del río Paya, a una cuadra y media o dos cuadras de la iglesia, y circundado por cerros que no eran muy altos, cuya distancia entre ellos, de norte a sur, no era más de un cuarto de legua, a lo máximo(2).

1-2.- Uso:

Las tierras de los cerros inmediatos a Parapara eran buenas y aún mejores que las cercanas a Ortiz(3). Eran provechosas para la agricultura y la ganadería, que eran las actividades económicas básicas de la parroquia paraparense, donde habitaban más de dos mil personas, cantidad que incluía blancos, negros, mulatos, zambos y algunos indios desperdigados. No faltaría la abundancia de gente en esta localidad, motivada por lo favorable de sus suelos, que, según se afirmaba, eran muy buenos para engordar ganado; tanto que de los Llanos y de la otra banda del Apure enviaban reses a Parapara para engordarlas, lo que se lograba bien en apenas dos meses, dada la buena calidad de los pastizales que producían esos cerritos, para luego enviarlas a Caracas donde las vendían bien(4).

Los ricos en el pueblo eran muy pocos, de cuyas propiedades el Obispo no hizo referencias específicas. La mayoría de los vecinos eran pobres, que practicaban la agricultura de subsistencia, mediante el cultivo de maíz, yuca, arroz, plátanos, legumbres, ñame y otras raíces; amén de la leche producida con las diez, veinte o más o menos reses que tenían regularmente, junto con la mula o el caballo que les servía para el transporte(5).

Los pobres podían vivir mejor aquí que en otros lugares, porque las tierras de estos cerritos y cañadas o quebraditas eran buenas para la siembra(6), particularmente en el transcurso del período de lluvias, que resultaba beneficioso para una agricultura abundante, en oposición con lo ocurrido durante el lapso de sequía, cuando, como es obvio, casi todo se secaba, aunque en este intervalo temporal los cerros conservaban algún pasto, con el que se mantenían mejor las reses que en otros parajes(7).

1-3.- Tenencia:

Es conveniente resaltar que Martí no tomó notas relacionadas con la tenencia de la tierra de uso agrícola por propietarios particulares, aunque es factible suponer la existencia de terratenientes por cuatro razones elementales: una, había un grupo minoritario de ricos en Parapara; dos; la base económica del pueblo era la agricultura y la ganadería; tres, entre los pobladores había un numero considerable de esclavos, sujetos al mandato de sus dueños; cuatro, la tierra es un factor primordial de producción


2.-Pulpería:

Había una pulpera de nombre Inés Mujica, quien monopolizaba arbitrariamente la venta de aguardiente de caña en su casa y en otras ocho del pueblo, aún cuando el expendio de ese producto estaba prohibido, lo que generó un enfrentamiento de su marido en segundas nupcias, don Juan Gamarra, con el cura párroco, bachiller don Andrés Curbelo, a tal extremo que ameritó la intervención del Obispo(8).


3.- Esclavos:

Representaban una inversión para la mano de obra en las unidades de producción y para el servicio doméstico. El Obispo Martí citó la cifra de 200 esclavos negros y mulatos, además de los 257 negros libres(9). Debe decirse que Pablo Vila, meritorio investigador español, calculó que habrían sido 462 esclavos, de los cuales 262 no fueron declarados y en su conjunto equivalían a una inversión de 73.920 pesos(10).


4.- Capital eclesiástico

La formación del capital eclesiástico parroquial era de naturaleza parasitaria, pues dependía de los pagos, las limosnas y otras dádivas o donaciones que los feligreses podían hacer, escasamente, para cumplir con sus deberes religiosos. Estos aportes servían apenas para la sobrevivencia del cura, bachiller don Andrés Curbelo, y el sostenimiento de la institucionalidad, que estaba representada en la organización de la iglesia parroquial paraparense, la cual funcionaba bajo la advocación de Santa Catalina de Sena. Los ingresos recaudados procedían de diferentes fuentes y eran distribuidos entre el párroco y la institución eclesiástica de la siguiente manera:

4-1.- Prorrateo:

Los vecinos, tanto ricos como pobres, debían pagar cada año doscientos cincuenta pesos prorrateados entre ellos, doscientos de los cuales correspondían al párroco por concepto de estipendio y cincuenta a la Iglesia para el pan, vino y cera. Sin embargo, el aporte para el cura había disminuido anualmente en unos cien pesos y para la Iglesia en veinticinco, debido a que había sido calculado entre numerosos pobladores, varios de los cuales se habían mudado del pueblo, algunos habían muerto y otros habían empobrecido, por lo que el Obispo solicitó del cura la realización de un nuevo prorrateo con la sustitución de los fallecidos, ausentes y pobres con vecinos ricos para evitar el perjuicio propio y el de la Iglesia, en el pan, vino y cera, de lo cual siempre había cuidado el padre Curbelo porque no había habido mayordomo.(11)

4-2.- Renta del cura

Además de lo percibido por concepto de prorrateo, el cura párroco recibía: cuarenta pesos de primicias, cuarentidos pesos de misas cantadas de obras pías, trescientos cincuenta y siete pesos y seis reales de obvenciones de misas cantadas particulares, bautizos, velaciones, entierros, honras, etcétera, y cinco pesos por certificaciones y proclamas, para un total de seiscientos cuarenticuatro pesos y seis reales(12).

4-3.- Renta de la Iglesia

Estos ingresos estaban a cargo del mismo presbítero Curbelo. Al prorrateo antes mencionado se agregaban, únicamente, los derechos parroquiales por concepto de incensarios, señas, cera, en los entierros mayores y los de sepultura que se daban a personas forasteras, porque los vecinos no pagaban este derecho, alegando que habían construido la iglesia y pagaban estipendio para la oblata, cuyas obvenciones sumaban regularmente diez pesos y cuatro reales cada año, más treintidos pesos de limosnas recolectadas en el vecindario para la luz de la lámpara(13).

4-4.- Otras fuentes

4-4-1.- Censo de la Lámpara del Santísimo:

Esta figura se mantenía con el aporte de limosnas; aún cuando tenía asignado un censo de quinientos pesos, del cual solo se cobraban apenas diez pesos cada año (equivalente al dos por ciento) porque estaba prácticamente perdido(14).

4-4-2.- Terceras dominicas:

Eran festividades dominicales realizadas mensualmente con toda solemnidad por el costo total de seis pesos, pagados con la limosna asumida por un vecino distinto cada mes, hasta completar los doce meses de cada año(15).

El prelado visitante advirtió que los blancos hacían las fiestas en los primeros seis meses del año y los mulatos, negros, zambos, etcétera la hacían en los seis meses restantes. Cada casta cargaba varas de palio en los meses que le correspondían, sin mezclarse los blancos con las otras castas(16), lo cual revelaba una franca discriminación racial aceptada por la Iglesia y motivada por las diferencias sociales y económicas.

4-4-3.- Relicario de Nuestra Señora de la Peña:

La devoción de los feligreses a figuras de divinidades particularmente venerables constituía otra opción de ingresos para la Iglesia. Un caso concreto era la imagen de Nuestra Señora de la Peña que había en la iglesia parroquial de Santa Catalina de Sena, la cual había sido encontrada por un indio sobre unas piedras, sesenta años atrás, aproximadamente, después de una creciente de una quebrada en el Valle de las Yeguas, distante del pueblo unas doscientas leguas hacia un monte impreciso. Era una imagen milagrosa por la que la gente sentía mucha devoción. Un devoto dotaría la fiesta de esta Divina Señora el día 8 de septiembre con doscientos cincuenta pesos; otro creyente solicitaba limosnas con permiso del Obispo para pedirlas por tres años, con la finalidad de hacerle la fiesta anual como lo había hecho anteriormente(17).

4-4-4.- Entierros:

Los vecinos de Parapara alegaban su contribución con el pago del estipendio asignado al cura párroco y del pan, vino y cera de la iglesia para no pagar los enterramientos dentro del templo de Santa Catalina de Sena; sin embargo, esta práctica fue restringida por el Obispo, quien, ante esa circunstancia, dispuso que fuesen enterrados en el último o quinto tramo y si querían ser enterrados en uno superior debían pagar a la fábrica de la iglesia lo correspondiente al tramo seleccionado(18).

4-4-5.- Excedente:

Podía suceder que a la hora de entregar cuentas hubiese un gesto dadivoso, como en aquella oportunidad, cuando el padre Curbelo se las entregó al Obispo con veintiún pesos de saldo a favor suyo, pero optó por donárselos a la iglesia que él administraba(19)

4-4-6.- Posibilidades faltantes:

En el pueblo no había cementerio, obras pías ni cofradías, lo que restaba posibilidades de más ingresos para la iglesia(20).


5.- Mandatos:

No es descabellado deducir que el Obispo Martí dictó ciertas medidas para mejorar las rentas de la iglesia paraparense, entre las cuales estaban las siguientes: uno, el cura párroco debía realizar un nuevo prorrateo entre los pobladores, con la sustitución de los fallecidos, ausentes y pobres por vecinos ricos para evitar perjuicios propios y de la Iglesia, de lo cual siempre había cuidado el padre Curbelo por la falta de mayordomo(21); dos, que en lo adelante solo se dieran las sepulturas de gracia en el cuarto tramo del templo parroquial y que si alguno la eligiere en otro pague los derechos respectivos(22); tres, la construcción de un cementerio, porque en el pueblo no lo había(23); cuatro, el cura debía practicar las correspondientes diligencias para cobrar los quinientos pesos de capital y sus réditos, con los que estaba dotado el censo de la luz de la lámpara, que, aunque hacía mucho tiempo que no se pagaban esos réditos, sí se sabía el estado de las fincas y, al parecer, según los papeles que existían en poder del párroco, se podía asegurar la mayor parte de aquel capital si todo no era posible(24).


RERFERENCIAS


(1) Martí: 1969, t. II, pp. 183, 192.

(2) Ibídem: pp. 185,189

(3) Ibídem: p. 183.

(4) Ibídem: p. 189.

(5) Ibídem: p. 185.

(6) Ibídem: p. 189.

(7) Ibídem: p. 185.

(8) Ibídem: p. 190

(9) Ibídem: t. VII, p. 35

(10) VILA: 1981, vol. II, pp. 152,153.

(11) Martí: op. cit., t. II, pp. 184, 185.

(12) Ibídem: t.VII, p. 34.

(13) Ibídem.

(14) Ibídem: t. II, p. 185.

(15) Ibídem.

(16) Ibídem: p. 185.

(17) Ibídem: pp. 188, 189.

(18) Ibídem: p. 192.

(19) Ibídem: t. VII, p. 34

(20) Ibídem: t. II, pp. 184, 185; t. VII, pp. 34, 35.

(21) Ibídem: t. II, pp. 184, 185

(22) Ibídem: t. VII, pp. 34.

(23) Ibídem: t. II, pp. 184.

(24) Ibídem: t. VII, pp. 34.


BIBLIOGRAFÍA


MARTÍ, Mariano. Documentos relativos a su visita pastoral de la Diócesis de Caracas. 1771-1784. Caracas. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, t. II y VII, 1969. (Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela).

VILA, Marco Aurelio. Antecedentes coloniales de centros poblados de Venezuela. Caracas. Coedición de la Dirección de Cultura y Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, 1978.

VILA, Pablo. El Obispo Martí. Caracas. Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, vol. II, 1981.


APENDICE


GLOSARIO ELEMENTAL



A continuación se presenta la definición de algunos términos, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), vinculados a su aplicación en la Iglesia:

Estipendio: tasa pecuniaria, fijada por la autoridad eclesiástica, que dan los fieles al sacerdote para que aplique la misa por determinada intención.

Honra: oficio solemne que se celebra por los difuntos algunos días después del entierro y también anualmente.

Oblata: dinero que se da al sacristán o a la iglesia por razón del gasto de vino, hostias, cera u ornamentos para decir las misas.

Obvención: utilidad, fija o eventual, además del sueldo que se disfruta.

Primicia: prestación de frutos y ganados que además del diezmo se daba a la Iglesia.

Prorrateo: repartición de una cantidad, obligación o carga entre varias personas, proporcionada a lo que debe tocar a cada una.


Imagen tomada de http://gracitano-orituco.blogspot.com/

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.