miércoles, 22 de diciembre de 2010

Primera Promocion De Abogados (UNERG)

Daniel R Scott

A la Sección 13 y a todos los graduandos del Area, hoy Abogados.

Me levanté muy temprano, antes de despuntar el alba, con las estrellas aún brillando en el cielo silencioso. Es el 14 de diciembre del año en curso. En verdad me costó un poco dormir, pendiente de los acontecimientos pronto a sucederse ese día. ¿Que tal avanzaran las próximas horas, que sorpresa nos traeran? "Un acto de grado no es cosa de todos los días" pensaba en la soledad de mi habitacion. "Y mucho menos si se trata de una primera promoción." Sin lugar a dudas se trata de una fecha memorable, de esas que se graban mejor en el corazon que en la tinta y el papel.

El amanecer me sorprendió leyendo ( para distraer la mente de las emociones que ya se agolpaban en el pecho ) "Los Pasos Perdidos" del escritor cubano Alejo Carpentier. Cierro el libro y sonrio a solas. ¿No debería mas bien estar leyendo algún tratado de Derecho? Es el deber ser, pero ¿qué le vamos a hacer? Soy adicto y aficionado a la litaratura y a la novela. No puedo negar mi esencia. Poco después el espejo de la habitación me devolvia la imágen de un hombre vestido de traje azul con corbata de franjas azules, rosadas y blancas. "Esas corbatas estan de moda" me asegura mi hermana Maria Eugenia. ¡Vaya la alquimia que operó en mí esta indumentaria! Y en mi dedo el oro tallado de figura alegórica. De aqui a poco estaré en el Domo Olimpico, juntos con muchos otros de mi igual condición. Sucede, ya sin más preámbulo, que hoy se gradua, en acto solemne e histórico la Primera Promoción de abogados 2005-2010 "Dr. Luis Enrique Gallardo" Y allí he de estar yo.

Y aqui estoy al lado de muchos más, en el riguroso negro de la toga y el birrete, en la impaciente espera del titulo tan soñado y tan luchado. Ya hicieron acto de presencia las autoridades universitarias y el claustro de profesores. Leugo del protocolo y la formalidad van pasando uno a uno todos los graduandos, dichosos, con el corazon henchido de logros y porvenir. ¿No son todos los que pasan adelante en busca de sus laureles los "PASOS QUE SUEÑAN CON CAMINOS" de los que habló José Carrero Mejías hace ya más de treinta años? Mi querido profesor de Latín supo esculpir en verso críptico los sentimientos de esta nueva generación de graduandos. Y ciertamente para la mayoría que marcha orgullosa, la obtención de este titulo que los acredita como abogados de la Republica no es el final del camino, sino el primero de muchos pasos, el primer tramo de un largo camino que no solo le llevará a la vital autorrealizacion individual, sino tambien al engrandecimiento de esa nuestra patria que tanto se lo merece. Ya muchos hablan de post grado y especializaciones, y otro más allá asegura que ofrendará su carrera a las personas con discapacidad y me anima publicamente a que yo haga lo mismo. Uno se pregunta: ¿Estaremos a la altura de las posibilidades y responsabilidades que se nos confió? ¿Sabremos honrar con nuestro noble accionar a aquellos que invirtieron sus energías fisicas, mentales e intelectuales para que fuesemos lo que hoy somos? Pido a Dios que asi sea, y que al final del camino podamos decir: "no corrimos en vano." Eso le pido a ese Dios cuyo trono es "el derecho y la justicia." ( La Biblia )

Finalmente el maestro de ceremonia pronuncia mi nombre. La solemnidad del momento me tiene algo aturdido y con resaca. Estoy ebrio con el vino del momento. El maestro de ceremonia vuelve a hablar y dice algo como: "Con la venia de las autoridades universitarias le impondrá la medalla el profesor Andrés Scott." Se trata de mi sobrino o hermano, es lo mismo. Forma parte del cuerpo de profesores de la Universidad. El me animó y casi obligó a iniciar esta carrera y gracias a su empeño hoy cosecho la simiente madura y dorada. Su natural entusiasmo encendió el mio. Me coloca la medalla y me abraza. Pienso decirle, "tu pusiste la primera piedra de este logro", pero no digo nada. Él en cambio me dice: "Mi abuelo te manda a decir que se siente orgulloso de ti." Y muy cierto es que pense con tristeza cuan bueno hubiera sido que papá presenciara este momento. Pero mamá, en alguna parte de este recinto, pese a su edad y debilidad, me ve y se siente feliz. Meses atrás comentó, en una comprensible exageración maternal: "Solo pido vida para verte graduado." Y esta aqui, pese a lo forzado que es para ella.

Yo enarbolo con vigor el título para que ella lo vea.

15 de Diciembre de 2010

martes, 21 de diciembre de 2010

JOSE ANTONIO DE ARMAS CHITTY Y SU OBRA: “LA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA”

José Marcial Ramos Guédez


Nuestro personaje, José Antonio De Armas Chitty, nació en Caracas el 30 de noviembre de 1908 y murió en la misma ciudad el 6 de octubre de 1995. Su familia paterna, fue oriunda de Santa María de Ipire en el estado Guárico, lugar donde vivió desde los 6 años de edad hasta los 27. Realizó estudios de primaria y posteriormente por medio del aprendizaje que obtuvo como autodidacta, pudo ampliar su formación en el campo del conocimiento de la geografía, la historia, la literatura, la sociología, la política, la demografía, la filosofía y otras áreas del saber humanístico y de las ciencias sociales. Todo ello, le permitió escribir un conjunto de obras en los géneros de la poesía, el ensayo y la geohistoria. Siendo en este último campo, una figura relevante como docente e investigador, situación que permitió entre otras cosas, su nombramiento como Director del Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela (1948) y también como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia (2 de agosto de 1979) e igualmente, fue Secretario de esa institución durante el período 1983-1991. Además, no podemos olvidar, que fue profesor y uno de los fundadores de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV. En el año de 1991, obtuvo dos Doctorados Honoris Causa, el primero otorgado por la Universidad Católica del Táchira y el segundo por la Universidad Rómulo Gallegos, San Juan de Los Morros, estado Guárico.

Con relación a los libros publicados por De Armas Chitty, observamos en su extensa bibliografía, los siguientes títulos: El Guárico: ensayos histórico geográfico (1940), Zaraza, biografía de un pueblo (1a.ed. 1949 y 2a.ed. 1983), Origen y formación de algunos pueblos de Venezuela (1951),Isla de pueblos (1954), Correlación entre los colores y cualidades de los caballos (1955), Historia de la tierra de Monagas (1956), Documentos para la historia colonial de los Andes venezolanos (siglos XVI Y XVIII) (1957), Tucupido, formación de un pueblo del llano (1961), Poetas guayaneses (1964), Guayana : su tierra y su historia (1964-1968, 2 vols.), Vocabulario del hato (1a.ed. 1966 y 2a.ed. 1992), Fermín Toro y su época (1966), Influencias de algunas capitulaciones en la geografía de Venezuela (1967), Caracas; origen y trayectoria de una ciudad (1967, 2 vols.), Vida política de Caracas en el siglo XIX (1a.ed, 1969 y 2a.ed. 1976), Centenario del nacimiento de Francisco Lazo Martí (1969), Palabras en homenaje a Arévalo Cedeño (1971), La Batalla de Carabobo: antecedentes y efectos (1971), Juan Francisco de León. Diario de una insurgencia (Compilación de documentos) (1971), Historia de Puerto Cabello (1974), Historia de la radiodifusión en Venezuela (1975), El Táchira, factor de integración nacional (1975), Boves a través de sus biógrafos (1a.ed. 1976 y 2a.ed. 1992), El Mocho Hernández (Papeles de su archivo) (1978), Historia del Estado Guárico: 1532-1800 (1978-79 y 1982, 2 vols.), Territorio del viento (1979), San Miguel del Batey (1980), Semblanzas, testimonios y apólogos (1981), Historia del Estado Guárico (1981), Vida del General Carlos Soublette, 1789-1879 (1992), Cardumen, cuentos de tierra caliente (1a.ed. 1952 y 2a.ed.1990) y otros. Sin olvidar, sus numerosos artículos publicados en periódicos, revistas y boletines tanto de Venezuela como en el exterior.

En las múltiples obras escritas por De Armas Chitty, apreciamos su especial interés por estudiar temas de historia regional y local, e igualmente biografías de personajes importantes de nuestros anales históricos. Desde el punto de vista conceptual y metodológico, observamos que usó el criterio de totalidad u holístico, asimismo siempre utilizó fuentes documentales, las cuales eran sometidas a la crítica interna y externa, con la finalidad de verificar su autenticidad y veracidad. Al respecto, Oldman Botello, nos señala lo siguiente: “De Armas Chitty fue pionero de la historia regional y local. De eso no hay duda. Esa que retrata los pueblos pequeños, los personajes anónimos. La matria, al decir de Luis González y González, el gran maestro de esa ciencia en México. Armas Chitty escribía bien y su palabra a veces se tornaba edulcorada, lírica, desprovista de aparato […] La de Armas Chitty fue una historia humanística y no una historia –ciencia […] De Armas Chitty hizo historia e hizo crónica con lenguaje de altura y método” ( Botello, Oldman. “José Antonio De Armas Chitty y la historia regional y local guariqueña”. Ponencia presentada en el XII Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores .Valle de la Pascua, 11,12 y 13 de abril de 2008).

Ahora bien, en el presente estudio, queremos destacar los aspectos fundamentales de uno de los últimos libros escritos por De Armas Chitty, titulado: La independencia de Venezuela. Caracas: Fundación MAPFRE AMERICA; Grijalbo, 1993. 230 p. (Colección Independencia de Iberoamérica). Esta obra, forma parte de los muchos esfuerzos, que se han realizado en el contexto de la historiografía venezolana, para comprender en forma integral, el proceso de nuestra emancipación, las ideas políticas de la época y los personajes fundamentales de este período histórico. Además, en el libro citado, observamos una de las pocas ocasiones, en las cuales De Armas Chitty, estudió y analizó un hecho histórico que afectó todo el espacio territorial de Venezuela y no solamente una región, localidad o entidad federal, como lo había hecho en textos anteriores.

Con relación al contenido de la obra: La independencia de Venezuela, vemos que se encuentra organizado en cuatro (4) capítulos: Capítulo I. La encrucijada de 1808; Capítulo II. Avanza la tormenta; Capítulo III. La década turbulenta y Capítulo IV. La nueva dimensión. Incluye como apéndices: cronología, biografías, bibliografías, índices onomástico y toponímico.

En el Capítulo I, De Armas Chitty, con el estilo clásico del ensayo histórico, nos presenta las siguientes ideas: se cruzan los caminos, titubeos, la representación de los notables, el interrogatorio, “De reo se convirtió en marqués”, el término “Revolución” en 1809 y recuento. En el Capítulo II, apreciamos: el 19 de abril, la insurrección de Valencia, el federalismo a orillas del Orinoco, el arzobispo Coll y Prat, pugnas pastorales, Burke y la tolerancia de cultos, otras facetas del arzobispo, la misión diplomática a Londres, Madariaga en Bogotá, población y economía, el castigo del cielo (el terremoto de 1812), la prensa, la República, Juan Germán Roscio, Miguel José Sanz, independencia absoluta, la caída de la República y Simón Bolívar. En el Capítulo III, vemos : la Cosiata, traslado de la capital a Bogotá, el Cabildo jura con reservas la Constitución, Alejo Fortique objeta el decreto de Francisco de Paula Santander, fusilamiento del coronel Leonardo Infante, Miguel Peña y su obra de comején, la recluta de enero de 1826, el motín de Valencia, el Congreso de Panamá, Bolívar regresa de Lima, el Vicepresidente no habla claro, Ocaña y septiembre, el Diario de Bucaramanga y Bolívar se extingue; y en el Capítulo IV, observamos : 1830 : vida nueva, nacen El Venezolano y el Partido Liberal, el reconocimiento de Venezuela por España, Fermín Toro y la ley de libertad de contratos.

De acuerdo a los diferentes hechos e ideas, estudiados en la obra citada, consideramos que De Armas Chitty, no tuvo interés en destacar los hechos bélicos o enfrentamientos armados, ocurridos a lo largo de nuestra emancipación nacional, ya que hizo mayor hincapié sobre la conjura de los mantuanos en la Caracas de 1808, las relaciones diplomáticas, el papel de la Iglesia Católica, la libertad de cultos, población y economía, la prensa, los Congresos, la Cosiata, la vida y obra de Bolívar, los conflictos que ocasionó Santander, la desintegración de la Republica de Colombia, los partidos políticos y muchos otros. En sus efectos, veamos la siguiente cita: “La hora que vive Venezuela desde 1808 va a permitir al criollo tomar mejor conciencia de lo que ocurre en el mundo y, a la vez, poner en marcha las ideas que le harán eje de la dirección política del país. El grupo rebelde es heterogéneo y aspira, desde luego, a tener el apoyo de todas las clases con rango o no […] mas no olvida que la nobleza pone primero sus intereses en la balanza y luego decide si las innovaciones que se aspira poner en marcha puedan dañar tales intereses…” (Ob. Cit., p. 9)

Entre los numerosos temas analizados por De Armas Chitty en la obra aludida, podemos mencionar el relacionado con los problemas étnico-sociales en la época de la independencia, y en tal sentido, veamos la siguiente información: “Es significativo que Vallenilla Lanz pierda la perspectiva al afirmar que ‘Boves redimió a los esclavos de la servidumbre y fue el primero en comenzar la igualación de las castas elevando a los zambos y mulatos a las altas jerarquías militares’. Es falso, Boves no redimió a nadie. Quien liberó a los esclavos durante la guerra fue Bolívar, lo legalizó José Gregorio Monagas en 1854 y el resto la hizo la Guerra Federal…” (Ob. Cit., p.131)

Por último, consideramos que los lectores e investigadores, interesados en el estudio de la época de la independencia, tienen en el libro citado De Armas Chitty, una valiosa fuente para comprender a cabalidad los hechos, las ideas y los hombres que lograron nuestra soberanía, en un período de múltiples obstáculos tanto por factores internos como externos. Destacándose entre los primeros, los conflictos y choques que constantemente afectaron a la clase social de los mantuanos, quienes se vincularon tanto al ejército patriota como al realista y siempre estuvieron defendiendo sus intereses económico-sociales y políticos en contra de los sectores dominados : blancos de orilla, pardos, indígenas, negros, mulatos y zambos. Asimismo, con relación a factores externos, apreciamos que muchos oficiales patriotas se opusieron a varias propuestas de Simón Bolívar, siendo una de ellas, la relacionada con la conveniencia, de continuar a partir de 1821 (después de la Batalla de Carabobo) la guerra en las otras colonias hispanoamericanas, que aún conservaban importante presencia militar española, para evitar con ello, según la acertada opinión de nuestro Libertador, que los triunfos obtenidos en Venezuela, pudieran verse en peligro, si fuese atacada de nuevo, por fuerzas enemigas aliadas al poder hegemónico ejercido por los ibéricos y algunos criollos monárquicos, de ahí los esfuerzos de Bolívar, Antonio José de Sucre y otros próceres suramericanos, por lograr la emancipación de la Nueva Granada, Ecuador, Perú y Bolivia. Sin omitir, que los generales José Antonio Páez y Manuel Antonio Manrique, en varias ocasiones señalaron la necesidad de expulsar a los españoles de la isla de Cuba.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

UN HECHO REPRESIVO EN ORITUCO DE 1961

Carlos A. López Garcés*

Cronista de Altagracia de Orituco

Municipio José Tadeo Monagas

Estado Guárico.

1.- Una fiesta de aniversario

La noche del miércoles 13 de septiembre de 1961, el partido Acción Democrática celebraba en Altagracia de Orituco, capital del otrora distrito Monagas del estado Guárico, el décimo-noveno (XIX) aniversario de su fundación, motivo por el cual se realizaba una fiesta bailable en la sede de esa organización política, ubicada en la esquina nor-este del cruce de la calle Bolívar con la Julián Infante de aquella localidad guariqueña, en una casa grande, de paredes altas de bahareque y techo de tejas, propiedad de don Próspero Guaimara.

Un grupo de jovencitos de dieciséis a veinte años de edad, en su mayoría estudiantes del Liceo Ramón Buenahora altagraciano, se sintió atraído por aquella festividad y decidió incorporarse a la misma para disfrutarla sanamente porque la entrada era libre, aún cuando ninguno de ellos era militante adeco y eran catalogados como comunistas. Entre los integrantes de ese grupo juvenil estaban: Ramón Sosa, Pedro Miguel González (Pemegó), Aníbal Camaute, Enrique García (Cara’ebucle), Hernán Manuitt (El Gato), Roger Bastardo, Gustavo Loreto, Ernesto Istúriz (Mobidí), Carlos Castillo, Aníbal Frontado, Ángel Mijares (Capotera), Víctor Ávila (Métele-los-frenos) y Nelson Landaeta Hurtado (El Chúngaro). Algunos de ellos lograron entrar a la fiesta; otros quedaron afuera, en la calle, molestando con sus burlas y gritos al señor Paraco, un anciano celador de la sede accióndemocratista, obsesivo defensor de Rómulo Betancourt, muy quisquilloso ante los adversarios de su pasión romulera, que usaba sombrero peludo de ala ancha, paltó de kaki, chácara y un revolver cañón largo.

2.- Presencia incómoda

La presencia de aquellos mozos incomodó a ciertos activistas y dirigentes del partido cumpleañero, quienes los calificaron de saboteadores y optaron por conminarlos ofensivamente a que abandonaran el sitio, lo cual causó la natural incomodidad de los jóvenes, quienes fueron sorprendidos por aquella actitud que se tornó muy agresiva y se convirtió en cayapa, al extremo que fueron reprimidos y dispersados por la Guardia Nacional; algunos huyeron corriendo y otros resultaron golpeados, como fue el caso de Pedro Miguel González (Pemegó) quien, descubierto entre una matas del jardín de la casa de Acción Democrática, fue herido en la cabeza tras recibir un fuerte golpe con la cacha de un arma de fuego, supuestamente dado por César Mata de Gregorio, uno de los dirigentes connotados del adequismo orituqueño de entonces. Un hecho singular fue el ocurrido con Roger Bastardo, quien, en estado de ebriedad, fue empujado por el profesor Aldana, un docente adeco de la Escuela Normal Rómulo Gallegos gracitana, a quien Ramón Sosa le reclamó tal actitud, con la consiguiente exacerbación de la riña colectiva.

Mención aparte debe hacerse de lo sucedido a César D’Suze García (Cochino), quien era militante activo de la juventud adeísta; no quiso entrar a la fiesta dada la presencia de su padre en ella y se mantuvo en la calle; salió corriendo cuando llegó la Guardia, lo alcanzaron, golpearon fuertemente e hirieron, por lo que fue llevado al Centro de Salud Dr. José Francisco Torrealba para las curas respectivas, pero no lo detuvieron. Varios jóvenes fueron detenidos esa misma noche y trasladados a la Policía de Altagracia de Orituco, incluso algunos, como Ramón Rivas y Enrique Sánchez (Doble A), que no habían estado en el sitio de los sucesos; otros fueron apresados posteriormente.

Un caso aparte fue el de Ernesto Istúriz (Mobidí), quien fue arrestado la noche de los sucesos, liberado al día siguiente por las diligencias de su tío Augusto Pérez (gracias a su compañerismo adeco) y detenido nuevamente poco tiempo después, acusado de incendiario; él y Carlos Castillo habían preparado varias bombas molotov por iniciativa propia, que lanzaron en ciertos sitios estratégicos del pueblo, lo cual alarmó a los pobladores.

3.- Noticias al amanecer

Las informaciones de los acontecimientos ocurridos la noche del aniversario accióndemocratista ya se había difundido en la población gracitana en las primeras horas del día jueves catorce de septiembre. El consumo de bebidas alcohólicas por protagonistas de ambos bandos era el principal factor mencionado en los corrillos del pueblo como causante de aquella tángana desproporcionada y descomunal. Los jóvenes aún estaban detenidos al amanecer del martes diecinueve de ese mes, cuando se mantenía la expectativa sobre su futuro inmediato; horas antes habían intentado huir por iniciativa de Ramón Sosa, quien propuso reventar el candado del portón del patio de la Policía que daba a la calle Rondón, pero fueron descubiertos.

Se comentaba que los muchachos serían trasladados a San Juan de los Morros, acusados de subversivos y por órdenes del Prefecto Adolfo Polachini, máxima autoridad ejecutiva civil del distrito en ese momento. Esta decisión generó rechazo colectivo, tanto que a las nueve de la mañana (09:00 a.m.) del martes diecinueve de septiembre se había concentrado una considerable cantidad de pobladores gracitanos en la calle Julián Mellado, en frente de la Policía, junto a la plaza Bolívar, para protestar pacíficamente contra aquella medida y pedir a viva voz que liberaran a los detenidos. Fue una concentración popular espontánea de cientos de personas de diferentes edades, sin organización previa, que aumentaba en la medida que pasaban los minutos.

El Prefecto no pudo resolver la situación; quizás no percibió que el problema fue debido al exceso del consumo de bebidas alcohólicas, a muchachadas y al fanatismo adeco del cual él era parte defensora; al parecer, no entendió que fue un asunto de orden público que podía ser resuelto localmente, sancionando con algunos días de arresto a los posibles mayores de edad, con firmas de caución de éstos y de los representantes de los menores, que debían quedar en libertad inmediatamente; optó por solicitar la presencia del Ejército para contrarrestar la postura de los manifestantes, que fue la solución más compleja, menos popular y más identificada con la política represiva gubernamental.

4.- Presencia de soldados

A eso de las tres de la tarde (03:00 p.m.) se presentó un grupo numeroso de soldados procedentes del Cuartel Zaraza de San Juan de los Morros, al mando de un teniente de apellidos Sarmiento Urquía, quien inmediatamente a su llegada le exigió a la multitud que se retirara del lugar, por lo que el abogado Plutarco Pérez Guglietta, dirigente del Partido Comunista de Venezuela en Orituco, le respondió que ellos estaban allí pacíficamente, solicitando la libertad de unos muchachos que habían sido agredidos y estaban detenidos injustamente. El abogado Pérez Guglietta y otro ciudadano que lo emuló fueron arrestados de inmediato por órdenes de aquel teniente, quien a su vez instruyó a la tropa para que desalojara a los manifestantes.

Los soldados comenzaron a empujar a la gente con sus fusiles de bayoneta calada; muchas personas se mostraron reacias a retirarse y hasta protestaron porque las empujaban. Uno de los protestantes fue el entonces joven liceísta Zenón Velásquez, quien le solicitó a un soldado que no lo empujara, pero el militar lo hizo más fuerte por lo que Velásquez, que tenía una pegada demoledora, le asestó un puñetazo en la cara, con lo que lo tumbó junto con dos soldados más y se dijo que le fracturó la mandíbula; esta situación originó que otros militares arremetieran a planazos y culatazos contra Velásquez, quien, muy ensangrentado y maltrecho, fue detenido junto con su hermano Rodolfo, cuando éste intentó defenderlo, pero también fue agredido salvajemente. Los dos quedaron presos en la Policía, a donde condujeron igualmente arrestados, en horas de esa noche, a Pascuale Stéfani Piacentini (Pascualino), Carlos Espejo, Juan Soto Armas (Juancito), Lucio Lafitte, José Salazar, Salvador Ochoa, César Pantoja (Chispita), un sindicalista del PCV de apellido Trincado y otros, acusados de ser instigadores de aquella revuelta.

Los soldados arreciaron los empujones y apelaron a los culatazos, a los planazos y a las bombas lacrimógenas, por lo que la manifestación se dispersó con el resultado de varios lesionados y más detenidos; un caso concreto fue el de Felicio Freites, un joven obrero apodado Supermán** por su extraordinaria fortaleza, la cual le sirvió para resistir la feroz arremetida a planazos y culatazos que le propinaron simultáneamente varios militares cuando intentaban detenerlo, por lo que fue necesario aumentar el grupo de soldados para lograr el objetivo; otro caso fue el de José Jaén, alias Chiquitín, fotógrafo que fue detenido y obligado a velar el rollo y entregar su cámara fotográfica.

5.- Pavor colectivo

La gente despavorida corrió por distintas calles cercanas a la plaza Bolívar, ante la intensidad de la represión militar que conmovió a los gracitanos. La angustia se generalizó e incrementó la perturbación por el sonido de disparos de fusiles y ametralladoras al aire y los efectos de las bombas lacrimógenas, que hasta esa tarde del martes diecinueve de septiembre eran desconocidos en la población altagraciana, donde aún es recordada la ráfaga de ametralladora que dañó considerablemente el alero del Bar Verácruz, ubicado enfrente de la plaza Bolívar, en el ángulo sureste del cruce de las calles Chapaiguana y Rondón.

Una víctima de estos acontecimientos represivos fue doña Paula Coronil de Coello, una anciana de setenta y cinco años de edad, viuda de Servideo Coello, nativa de San Francisco de Macaira y de oficios del hogar, quien integraba un grupo de personas que observaban los sucesos desde la calle Chapaiguana, en el cruce con la Julián Infante, a dos cuadras al sur de la plaza Bolívar, escenario de aquellos hechos. Doña Paula, atrapada por su nerviosismo, intentaba atravesar la calle para regresar a su casa cuando fue arrollada por un automóvil, que se desplazaba a exceso de velocidad por la calle Chapaiguana desde la plaza Bolívar; ella murió a las doce de la noche (12:00 p.m.) de ese mismo día, como consecuencia de las lesiones ocasionadas en la cabeza al golpeársela contra la acera, caracterizadas por traumatismo con hemorragia central.

6.- Traslado a San Juan

Los muchachos y los manifestantes presos fueron trasladados finalmente en la madrugada del día miércoles veinte de septiembre a la Policía de San Juan de los Morros, ubicada entonces en la calle Bolívar cruce con la Mariño, donde ahora construyen la sede de la Biblioteca Rómulo Gallegos. Conformaban un lote de veintiséis detenidos, que viajaron esposados en grupos de dos. Allí permanecieron hasta el miércoles once de octubre. Pascualino Stéfani asumió el liderazgo de los presos; fungía de orientador; motivaba la disciplina como ente rector de la buena administración del tiempo para las actividades productivas diarias y de la moral para la solidaridad entre los compañeros detenidos; promovió una huelga de hambre como medida de presión para lograr la libertad deseada. Eran tiempos del gobierno presidido por Rómulo Betancourt, caracterizado, entre otros casos, por la suspensión de las garantías constitucionales, con lo que se amparaba el irrespeto gubernamental a los derechos humanos y cuya consigna era disparar primero y averiguar después.

7.- Una muerte lamentable

Los recién liberados regresaron a Altagracia de Orituco aquel miércoles once de octubre, cuya noche se hizo trágica a la una y quince minutos de la madrugada (01:15 a.m.) del jueves doce, por la muerte de Pascualino, quien fue asesinado con un disparo por Rafael Ávila Bandres, un ex-comandante de la Policía de Altagracia de Orituco, militante de Acción Democrática, de quien se comentó que ciertos dirigentes adeistas lo habían preparado psicológicamente para ese homicidio, pues no tenía razones aparentes para cometerlo y alegó que lo había hecho porque la víctima “…se la mantenía hablando mal del gobierno”. El homicida fue condenado a diecinueve (19) años de prisión, que fueron cumplidos en San Juan de los Morros, donde murió tiempo después de cumplir su condena.

Rafael Ávila Bandres era dueño de un bar ubicado en el barrio La Playera, calle Pellón y Palacio Oeste, de Altagracia de Orituco, al cual llegaron Pascualino Stéfani y Miguel Ávila (primo del botiquinero), cuando comenzaba la madrugada del jueves doce de octubre, con la intención de tomarse una cerveza cada uno, lo cual lograron después de persuadir al propietario que les dejara entrar, porque ya había cerrado el expendio debido al cumplimiento de la hora tope permitida. Al momento de pagar las cervezas consumidas, Miguel le dijo a su primo Rafael, en son de chanza, que no tenía como pagarle, lo que fue ratificado por Pascualino, por lo que Rafael procedió a darles veinte bolívares (Bs. 20,00) para que pagaran la cuenta. Al parecer, la broma molestó al dueño del botiquín y hubo intercambio de palabras soeces, tantas que las partes se sintieron ofendidas. Rafael, enceguecido, accionó su revolver cinco veces contra Pascualino y Miguel, cuando ya éstos estaban en la calle Pellón y Palacio, a quince metros del bar y con destino a sus domicilios respectivos. Miguel salió ileso de aquel percance. Pascualino recibió un solo disparo; fue herido mortalmente en el corazón.

Rafael Ávila Bandres era natural de El Morro de Macaira, trigueño, de estatura mediana, contextura fuerte y violento; acostumbraba a portar un revolver de su propiedad; según algunas opiniones, alardeaba de ser guapo y de estar apoyado por su partido Acción Democrática. Supuestamente, fue preparado desde el punto de vista psicológico para esperar una oportunidad que le justificara asesinar a Pascualino Stéfani., la cual habría ocurrido aquella madrugada del 12 de octubre de 1961, como consecuencia de una provocación estratégicamente premeditada, pues entre Pascualino y Rafael Ávila nunca antes había sucedido alguna discusión. Sin embargo, de acuerdo con noticias que circularon en Altagracia de Orituco, un renombrado dirigente accióndemocratista orituqueño le adeudaba cierta cantidad de dinero a Stéfani, por la que habían discutido en varias ocasiones, dada la negativa de aquel político de cancelarle el préstamo pendiente. La gente en el pueblo relacionaba esta deuda con las complicidades de aquel asesinato.

Pascuale Stéfani Piacentini tenía entonces treinta y ocho años de edad, era oriundo de la ciudad de Tautón, sita en el suroeste de Inglaterra; estaba casado con María Cervetti de Stéfani, con quien procreó dos hijos: Maximiliano (Liano) y Alesandra (Sandra); era comerciante: fue propietario del prestigioso Bar Restaurant El Paradero, ubicado en la Zona Comercial Saladillo, en la salida hacia Caracas y junto con su hermano Icilio administraba el muy conocido Hotel Guárico de Altagracia de Orituco, a donde arribó con esa oleada de emigración posterior a la Segunda Guerra Mundial; había sido profesor de inglés en el Liceo Ramón Buenahora gracitano; amaba el fútbol; era un hombre de avanzada, que estaba vinculado con el pensamiento más radicalmente progresista del partido Unión Republicana Democrática (URD), fundado y dirigido por Jóvito Villalba; se ganó el respeto y aprecio mayoritario de la colectividad orituqueña, donde su muerte fue muy lamentada; falleció como consecuencia de hemorragia interna por perforación cardíaca, según certificación médica expedida por el doctor José Ramón Hernández Medina, el mismo que certificó la muerte de doña Paula Coronil de Coello; está enterrado en el viejo Cementerio General altagraciano.

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*Observación: un resumen de este trabajo fue leído en el I Congreso de Historiadores, Cronistas e Investigadores celebrado en Guayabal, estado Guárico, el sábado 30 de mayo de 2009.

** Supermán falleció por infarto del miocardio, el martes 04-08-2009, en Altagracia de Orituco, donde vivía en el barrio Peña de Mota.

FUENTES:

I.- Documentales

Archivo del Registro Civil del Municipio José Tadeo Monagas del Estado Guárico. Altagracia de Orituco.

Defunción de Pascuale Stéfani Piacentini. Libro de defunciones de la Prefectura del Distrito Monagas del Estado Guárico. Acta Nº 196. Año 1961.

Defunción de Paula Coronil de Coello. Libro de defunciones de la Prefectura del Distrito Monagas del Estado Guárico. Acta Nº 178. Año 1961.

2.- Hemerográficas

“Miembro de AD y Ex-jefe Policial: Lo maté porque hablaba mal del gobierno”. Ultimas Noticias. Año 21-Nº 8.330. Caracas, sábado 14 de octubre de 1961; p. 8.

3.- Informaciones orales

Conversaciones con:

Ramón Sosa, Ernesto Istúriz y Ramón Rivas. Altagracia de Orituco, 2, 3 y 6 de junio de 2009, respectivamente.

Zenón Velásquez. Altagracia de Orituco, viernes 8 de enero de 2010.

martes, 2 de noviembre de 2010

La Historia del petróleo en Guárico*

El petróleo tiene su historia en Guárico, en este ensayo escrito por el profesor Darío Laguna nos habla de esa hecho reciente y que, ahora ha vuelto replantearse en la entidad con la frase de "agropetrolera", como una oferta tentadora con los anuncios de explotación de la Faja del Orinoco.

Darío LagunaCulturales de El Nacionalista. Suplemento Cultura, El Nacionalista, 01 demarzo de 1993


En el Estado Guárico la búsqueda del petró­leo se desplazó desde el oriente del país hacia los altos llanos centra­les. A partir de la déca­da del cuarenta se in­tensificó la búsqueda a lo largo del piedemonte del ramal interior de la cordillera central, me­diante levantamiento de mapas y estudios geológicos. "El área del Guárico presenta en to­tal 20 acumulaciones distintas de petróleo, entre las cuales se en­cuentran tres campos mayores en su parte oriental o zona de Ruíz-Tucupido. Posee además importantes reser­vas de gas que no han sido adecuadamente cuantificadas hasta el presente, pero que no pueden ser olvidadas en el futuro en la estima­ción de producción de energía en el país".

En un recuento cronológico sobre los descubrimientos petro­leros habidos en el Esta­do Guárico, entre los años 1946 y 1949, ano­tamos textualmente los siguientes datos toma­dos de la obra Cronolo­gía del petróleo vene­zolano, (1946: 27 de febrero). Las Mercedes termina el pozo exploratorio GRICO I, como un pequeño pro­ductor (Cuenca de Maturín, 40 km al O del campo de Las Mercedes, Estado Guárico). 26 de noviembre: Las Mercedes termina el pozo Mercedes-33 como des­cubridor del campo Palacio (Cuenca Maturín, 25 km al SO del campo Las Mercedes, Estado Guárico).27de diciem­bre: La Atlantic descu­bre el campo de k Tucupita (Cuenca de Maturín, 25 km al SO del campo Las Merce­des, Estado Guárico). 1947: 7deabril: el pozo exploratorio GXB-6 de la Creóle descubre el campo de gas en El Lechozo (Cuenca de Maturín, 2 5 Km al NO.de Las Mercedes, Estado Guárico). 26 de septiem­bre: Las Mercedes des­cubre el pequeño cam­po de El Punzón (Cuen­ca de Maturín, 30 km al O del campo Las Merce­des, Estado Guárico). 1948: 9 de julio: Las Mercedes descubre el pequeño campo Guavinita (Cuenca de Maturín, 30 km, al SO del campo Las Merce­des, Estado Guárico). 12 de septiembre: Atlantic descubre el campo de gas El Placer (Cuenca de Maturín, 5 0 km. al NE del campo Las Merce­des, Estado Guárico). 1949: 6 de abril: La Atlantic descubre el pe­queño campo de Tamán (Cuenca de Maturín, 60 km. al NE del campo Las Mercedes, Estado Guárico). 9 de julio. La Atlantic y la pancoastal descubren el campo Ruíz al terminar el pozo exploratorio Ruiz 3-1 (Cuenca de Maturín, 43 km. al SE del campo las Mercedes, Estado Guárico). 12 de julio: Las Mercedes descubre el pequeño campo de Pi­ragua (Cuenca de Maturín, 40 km. al SO de Las Mercedes, Estado Guárico)".

Los geólogos habían comenzado a trabajar en las concesiones de las compañías petrole­ras del Guaricó desde 1932. La Creóle Petroleum Corporation, en 1946 llevaba a cabo en dicho Estado uno de sus grandes programas de exploración. Había adquirido 33 concesio­nes de exploración del Gobierno Nacional con un total de 317.392 hec­táreas, agrupadas en dos sólidos bloques con los nombres de Barba­coas y Tamanaco. Ya la compañía petrolera Las Mercedes estaba en­cargada de la explota­ción de las concesiones de la Texas y la Caracas Petroleum había encon­trado petróleo hacia el Sur y el Este de las con­cesiones de la Creóle, cerca de Las Mercedes.

Para realizar su tra­bajo los geólogos hacían toda una movilización. Una vez instaladas las oficinas y buscados los empleados y obreros necesarios, comenzaba la mensura de las tie­rras. Luego las fotogra­fías aéreas para elabo­rar los enormes mapas panorámicos, después los estudios de geolo­gía de las superficies en medio de grandes difi­cultades durante la épo­ca de lluvias .Todo este proceso continuaba con medidas gravimétricas, sondeos sismográficos, examen de muestras estructurales y, final­mente, perforación de pozos. Durante 1945 ti aojaron tres cuadrillas por espacio de 15 me­ses para cubrir una su­perficie de 65.000 hectáreas.

En un reportaje publicado en la revista “El Farol", se dice lo siguien­te: "Actualmente, solo con la esperanza de encontrar petróleo, ya el interior del Guárico bu­lle en nueva vida y trabajo. Los hombres de Ortiz y El Sombrero se trasladan en modernos camiones al campo de la Creóle en Carrizal, donde se está constru­yendo un campamento permanente para 400 personas que trabajan ya con la Compañía en el Guárico y para todos aquellos otros que se­rían empleados en caso de hallarse petróleo".

La presencia de la empresa petrolera en Carrizal alteró notable­mente la vida económi­ca y social de los pue­blos circunvecinos y de manera particular a El Sombrero y Barbacoas. Los propios habitantes de El Sombrero obtuvie­ron empleos en la em­presa como oficinistas o como obreros. Muchos de los residentes en los campos aledaños, en donde tradicionalmente se habían dedicado a la agricultura y a la cría, abandonaron estas la­bores para buscar tra­bajo en la compañía. De otras regiones del país, especialmente del Oriente, llegaron em­pleados y obreros espe­cializados para residen­ciarse en el pueblo. Surgieron nuevos nego­cios: pensiones, botiqui­nes, pulperías, tiendas. Aumentó el tráfico de dinero. Las autoridades tuvieron que tomar medidas para controlar el orden público. Es de­cir, El Sombrero se con­virtió de repente en un pueblo de vida petrole­ra, con todas las carac­terísticas de los del oriente del país. Los automóviles, camiones y autobuses de la comía Plaza Bolívar los transportes esperaban a los trabajadores para llevarlos a Carrizal. En los botiquines se inten­sificaba la venta de cer­veza y las rockolas emi­tían la reiterada estridencia de las can­ciones rancheras de Pe­dro Infante y los bole­ros de Leo Marini. Vinieron mujeres de otras partes. Un día apa­reció un hombre muer­to en la calle como re­sultado de un homici­dio. Nuevos nombres y apellidos se hicieron populares en el pueblo.

En el vecino Carrizal, en plena sabana guariqueña, se cons­truyó un campamento con sus casas, con capa­cidad para alojar 500 o 600 trabajadores. Las casas estaban hechas de ladrillos o de acero prefabricado. El poblado desapareció a los pocos años y tuvo asentado en el mismo sitio donde se halla la Base Aérea Ca­pitán Manuel Ríos. Aún permanece en buen es­tado de conservación las oficinas principales de la antigua Creóle Petroleum Corporation: Superintendencia, Con­tabilidad, Ingeniería, Geología, Correos y Relaciones Industriales.

Un hecho que llama la atención por sus fi­nes sociales fue la cons­trucción de un Hospital en Carrizal para aten­der las necesidades de los trabajadores, el cual fue inaugurado en 1947. Estaba dotado de servi­cios médicos y quirúr­gicos, farmacia, labora­torio y rayos X, con ca­pacidad para 15 camas. El edifico medía 20 metros de ancho por 40 de largo. La armazón era de acero limado, a prueba de incendios, los cuartos a prueba de rui­dos, el piso de granito. Tenía sala de espera, salones para consultas, sala de operaciones, ofi­cinas para los médicos, cocina exclusiva, luz eléctrica continua y agua corriente caliente y fría. El Director funda­dor fue el Dr. Enrique Fierro Herrera. Al acto de la inauguración asis­tió el Presidente del Es­tado Guárico, Ricardo Montilla, Don Gerardo Esáa, Jefe Civil de El Sombrero y los miem­bros del Concejo Muni­cipal del Distrito Mella­do, entre otras persona­lidades.

A finales de 1947 la Creóle inició el desmantelamiento de Carrizal, con la justifi­cación de que la bús­queda de petróleo ha­bía sido improductiva ya que después de una inversión de Bs. 58.000.000 en la perfo­ración de diez pozos solóse obtuvo gas natu­ral en uno de ellos, "pero en conjunto ninguno produjo petróleo". En el informe publicado en la revista "El Farol' se con­signa lo siguiente: "Aun­que los trabajos de ex­ploración resultaban muy costosos, debido a la falta de carreteras, agua potable y el largo acarreo de materiales pesados desde los puer­tos marítimos, la Creóle no escatimó cantidad alguna para iniciar sus actividades en aquel lugar. Desde el comien­zo de las operaciones, en 1944, se han gastado más de Bs. 58.000.000.oo. La Creóle contribuyó con un a gran parte de la construcción de la ca­rretera de 330 km. a través del Guárico des­de El Sombrero hasta Puerto La Cruz.Diez pozos exploratorios fueron perforados a un costo d e Bs. 1.050.000 cada uno.En Carrizal, en las cercanías de El Som­brero, la Creóle levantó un campamento con comodidades moder­nas para sus trabajado­res con escuelas, hospi­tal y pista de aterriza­je". En el citado informe se consigna, además, que la compañía prose-ruirá explicaciones en la zona de Tamanaco, y que los trabajadores de Carrizal serán transfe­ridos para otros lugares con mejores salarios que los devengados cuando ingresaron al campamento debido a la experiencia que ha­bían obtenido como perforadores, mecáni­cos, soldadores, chofe­res, ayudantes en tra­bajos de geología y otras especialidades. Final­mente, el informe se refiere a los beneficios que el Guárico recibió de la compañía a través de la carretera, para el comercio, la agricultu­ra y la cría; por medio del aeropuerto para el transporte de carne para Caracas y en cuan­to a la salubridad y lu­cha contra el paludis­mo.

En la misma forma como llegó la compa­ñía, así también se mar­chó, todo sucedió con asombrosa rapidez. Muchos de los trabaja­dores aceptaron el tras­lado a otros campos, Carrizal serán transfe­ridos para otros lugares con mejores salarios que los devengados cuando ingresaron al campamento debido a la experiencia que ha­bían obtenido como perforadores, mecáni­cos, soldadores, chofe­res, ayudantes en tra­bajos de geología y otras especialidades. Final­mente, el informe se refiere a los beneficios que el Guárico recibió de la compañía a través de la carretera, para el comercio, la agricultu­ra y la cría; por medio del aeropuerto para el transporte de carne para Caracas y en cuan­to a la salubridad y lu­cha contra el paludis­mo.

En la misma forma como llegó la compa­ñía, así se marchó, todo sucedió con asombrosa rapidez. Muchos de los trabaja­dores aceptaron el tras­lado a otros campos, especialmente aquellos que procedían de distintas regiones. Otros se quedaron para em­pezar de nuevo en sus anteriores labores. De repente el pueblo que­dó solo. Ya no se veían los carros de los ameri­canos, veloces por la carretera, ni los auto­buses repletos de tra­bajadores. Cerraron al­gunos negocios. Los improvisados hospe­dajes, divididos por car­tón piedra quedaron vacíos. Se apagaron las rockolas. La presencia de la compañía se fue desdibujando en el tiem­po.

Poco a poco el pue­blo fue recuperando su normalidad, su estado habitual. Su destino no estaba propiamente en el petróleo. Las tierras regadas por el Guárico y el Orituco tenían la ri­queza en la superficie "a flor de tierra" para producir alimentos me­diante las actividades tradicionales de la agri­cultura y la cría. Sólo había que tecnificar los métodos, utilizar los adelantos científicos, renovar los sistemas, aprovechar al experien­cia y vocación de hom­bres venidos de ultra­mar, formar técnicos y universitarios del cam­po, en fin cambiar la mentalidad del antiguo conuquero por la del productor agroindustrial. Desde enton­ces vamos buscando ese camino.


Darío Laguna. El Sombrero, Guárico,. 1925. Biógrafo y cronista. Profesor de Geografía e Historia egresado del IPC. Fue. Director de Publicaciones del IPASME.
*Tomado de http://fuegocotidiano.blogspot.com/2010/07/la-historia-del-petroleo-en-guarico.html

lunes, 1 de noviembre de 2010

LAS MERCEDES DEL LLANO, 1957


Esta fotografía forma parte de la colección de CELLUNERG. Detrás de ella está escrito: Las Mercedes, 1957. Según el folclorista Alberto Díaz, nativo de esa población, la ubicación de la foto es la siguiente: donde estan las personas es la
calle Colombia con la intersección al fondo de la calle Páez, esta última fue y es actualmente donde está la popular gallera y lleva hacia el complejo ferial y la manga de coleo. Es de destacar que este informante tenía 5 años para ese entonces. El nombre del fotógrafo es desconocido. En ella encontramos la imponente presencia de 11 personas, 10 hombres y una mujer. Todos atentos a la cámara, posando como para satisfacer una implacable curiosidad que los alcanza desde esta lejanía temporal, este caluroso mes de noviembre del año 2010. Se siente como si no prestaran atención al fotógrafo, sino a nosotros, voyeristas cultivados de este siglo XXI. Se percibe la franqueza o la inocencia de una gente que permanece, gracias al arte, atrapada para siempre en el marco de un mundo distinto al nuestro. El caballo no participa en el juego humano de mostrarse voluntariamente, se petrifica en su salvadora indiferencia animal. El exhibicionismo de los personaje es muy particular, el de la señora con el gesto tímido de las manos cruzadas, un mohín de coquetería femenina. Los hombres, la mayoría de pie, con posturas que van de lo desafiante a lo curioso, pasando por lo displicente, o la arrellanada comodidad en la silla de cuero, recostada contra el pretil, mas el codo sobre el tambor de keroseno y la mano acolchando la nuca. Destaca la blancura elegante de hombre en liquiliqui. El rostro risueño y sombreado del jinete. Resalta el viejo aviso de pepsicola, el largo poste eléctrico y los semi ocultos camiones, todo semejando un viejo guiño burlón que nos hace desde allá la ubicua modernidad que disfrutamos y padecemos. Atrás, de fondo, algunos árboles parecen diluirse bajo la fuerza de la resolana. Todo está sumergido, conservado para siempre, en la rotunda y celosa luz del llano guariqueño
. (Jeroh Montilla, si desa ver en detalle la fotografía haga un clik sobre la misma)

martes, 26 de octubre de 2010

MUERE EL ESCRITOR PEDRO SIVIRA, QUEDA EL LEGADO DE SUS PÁGINAS


Daniel Scott

En la madrugada del miércoles 20 de octubre se nos fue nuestro gran amigo Pedro Sivira, intelectual de trayectoria,conocido redactor del Nacionalista, autor de libros muy leídos y creador de varias páginas culturales que circularon en el diario donde trabajó por tantos años. Pedro Sivira era un valioso intelectual en cuya mente resplandecía la idea y en su lengua el dato histórico, el conocimiento y la palabra sincera.
A Sivira le conocí a principios de los noventa cuando se despertaban mis propias inquietudes intelectuales y me aventuraba tímidamente a escribir en serio en El Nacionalista, al igual que lo hizo mi padre por muchos años. Sivira ocupaba el puesto de redactor del Diario, de manera que todos escrito mio tenía que pasar antes por sus manos. Era la época de las escandalosas máquinas de escribir y los correctores. Recuerdo con gracia que al principio me recibía muy serio y con cierta frialdad. En fin era la primera vez que asomaba mi rostro novato por esos lares. No le hacía caso porque yo jamás juzgo a los hombres por la delgada corteza de sus apariencias. En efecto: a medida que mis párrafos se posaban en su mesa de trabajo, su actitud sufrió una especie de transfiguración bíblica, y a partir de entonces tuvo para mí el gesto afable de un hombre que no solo me publicaba con gusto todas las semanas, sino que además me compartía de buena gana sus sueños.
Recuerdo que uno de mis artículos, que hablaba de la felicidad, produjo en su ánimo un impacto positivo, tanto que tuvimos una larga charla de sobremesa, en donde me expuso de una manera ordenada y con entusiasmo todos los sueños que quería hacer realidad. Se conceptuaba escritor, y en esa dirección deseaba centrar todos sus esfuerzos. Sin embargo lanzó un suspiro y exclamó: “Pero la vida no es solo escribir párrafos o poesía, es cosa de traer a casa el pan cotidiano.” Sus palabras quizá reflejaban la vieja realidad de una sociedad que no sabía y aún no sabe acoger en su seno el oficio de escritor. Sabemos de mucho talento literario que ha desaprovechado en tal sentido. Se podrían enumerar casos y mas casos pero no vale la pena. Sivira ejerció con devoción de quijote y de manera sistemática el periodismo eminentemente cultural, en unos días donde la gente se ocupa solo de la política, como si esa fuese nuestra única realidad como pueblo. Allí queda el legado de sus páginas.
Nos vimos por ultima vez el pasado mes de julio. Nos acompañaba José Obswaldo Pérez, otro gran amigo. Recuero que nuestro tema de conversación seguían siendo los mismos: la política, episodios históricos cercanos y lejanos, la idiosincrasia del pueblo venezolano, de como la gesta independentista acabo con la sociedad colonial venezolana. ¡El regocijo de la mutua compañía y el conocimiento compartido. Por ultimo me hablo de “Candil Editores” página que dirigía con mucho orgullo junto al periodista José Obswaldo Pérez.
Se nos fue Pedro Sivira pero nadie que haya escrito se nos va del todo. ¿Será mejor decir que la tinta y el papel insufla de inmortalidad al que escribe? Un párrafo puede fijar y expresar la personalidad y la calidad humana del escritor. Sivira se queda en medio nuestro con obra tales como: “Extrañas oincidencias: y la rica fuente nunca estuvo seca”, “El paso de la Historia”, “Alberto Carnevalli “El fuego de su pensamiento” entre otros.

viernes, 22 de octubre de 2010

Arbeláiz, Arbeláez, Arveláez, etc

De: Manuel Soto Arbeláez
Para: LuisEduardo SanabriaGascue

Dr. Luis Eduardo Sanabria Gascue. Estimado amigo. Me preguntas sobre la grafía correcta del apellido Arveláez, Arbeláez, Arvelaiz, etc. La forma vasca es Arbel-Aitz, que siginifica Piedra de Pizarra o simplemente pizarra. La castellanización lo hizo Arbeláiz porque en lengua vasca no existe el sonido "V". En el país vasco están asentados primordial en Guipúzcoa. El primero de ese apellido llegado a Venezuela fue Juan Bautista Arbeláiz Altuna y Legarra Eleizalde, de quien te anexo una semblanza a manera de cuento. Será un sub capitulo del cuarto tomo que tengo formateado sobre El Guárico Oriental, . En Zaraza predomina la grafía "Arveláiz", en Tucupido y Valle de la Pascua "Arveláez", en Colombia "Arbeláez" y en Corea del sur "Arveláis". Pero en España todos son "Arbeláiz". El gran genearca en Venezuela ha sido Miguel Francisco Arveláiz Berroeta del Peral Guedes Abila Feria y del Barrio, quien formó su familia en Aragua de Barcelona con una Chacín Escala-Gimón. De allí vienen los Amparan(Emparan y Orbe), Parés, Lander, Montbrun, Gago, Baca,etc. etc. Si quieres más información habla con Salvador Romero Arreaza !Vaya con Dios!
Manuel Soto Arbeláez

7. La ambición le salía por los ojos.

En verdad la feracidad de las tierras unareñas ejercía una atracción irresistible sobre los vascos españoles venidos a América con la Compañía Guipuzcoana. Era el verdor, y la fertilidad, un imán para esos hombres acostumbrados a las estrecheces de las heredades del mayorazgo milenario que imperaba en las vascongadas. No podía haber futuro en paños de tierra tan labrados a través de los siglos, con el hermano mayor ejerciendo una dictadura tutelar de por vida. Euzcadi era insoportable para un joven ambicioso, para un soñador, para un hombre emprendedor. Ese aletargamiento hizo que en 1758 el vizcaíno se alistara en la nomina de la compañía concesionaria de la administración de las rentas portuarias venezolanas, embarcándose en busca de la tierra feraz prometida, tras un futuro seguro por conquistar.

Primero hizo de burócrata en oficinas de la compañía en La Guaira y Caracas. Desde esta última se encaminó primero a San Sebastián de los Reyes y posteriormente, ya independiente al Orituco, para emprender viaje hasta la zona mesopotámica que forman los ríos Ipire, Unare y Quebrada Honda, hacia el antiguo asiento poblacional de San Miguel de la Nueva Tarragona en el Batey, según denominación que Joan de Orpín diera a esas tierras, como hemos anotado.

Asentado en la manigua el horizonte sólo le era tapado por lo espeso de la selva de galería y por la depresión del río. Vestía usualmente de forma modesta a la usanza de la época, llevando cada prenda con aire natural sabiendo que por su porte gallardo, varonil y desprejuiciado sería en poco tiempo un conductor natural de las gentes del lugar. Su pelo amarillo, tez blanca y ojos azules resaltaban entre la verdura ambiental, entre el color oliva del indio mayoritario en la vecindad, entre el blanco perlino del criollo, o del blanco requemado de los demás españoles. La ambición le salía por la cuenca de los ojos, por los poros, por doquier. Hacía falta el cruce de sangre con alguien de su misma raza, pero con posesiones materiales, con bienes de fortuna, con dote. Necesitaba una mujer fuerte, ambientada a las rudezas del clima, formada para el trabajo y la crianza de futuros hijos fuertes. Este vizcaíno –guipuzcoano de Irún- fue don Juan Bautista Arbeláiz, devenido su apellido posteriormente en Arveláiz; y la mujer con quien casó en 1764, en Santa Maria de Ipire, fue Rita Ignacia Berroeta del Peral Guedes y Abila Feria. Al año tuvieron el primer hijo de un total de ocho.

En la cuenca del Unare y especialmente en Aragua de Barcelona y en Chaguaramal de Perales comienza a desarrollarse y a expandirse este apellido. Diferentes distorsiones lo han hecho devenir en tres acepciones, a saber: Arveláiz, Arveláez y Arbeláez. Sin embargo, en aras de la brevedad, debemos anotar que los autores Jaime de Kerexeta y Francisco de Abrisqueta en su libro Vascos en Colombia, aseguran que “lo correcto es Arbeláiz o Arbeláez, por no existir en la lengua vasca el sonido V, labiodental, por lo que fonéticamente la letra exclusivamente es la B”(..). La misma consideración es hecha por los autores Alberto y Arturo García Carrafa en la Enciclopedia Heráldica y Genealógica Hispanoamericana, tomo X, páginas 157-161, según explicaremos más adelante.

Juan Bautista llega a Chaguaramal firmando como “Arueláiz”, como puede verse en el poder que confieren los habitantes de Santa María de Ipire al Pbro. José Vicente Machillanda, para que solicite la creación del curato para el sitio de Chaguaramal del Batey, como desmembración del de Santa María. La costumbre de firmar con una V -uve para los españoles- o con la U, era muy frecuente en tiempos de la Colonia, por que su sonido era común. Esto hace que el uso del apellido con la V sea, actualmente, la mayoritaria en Venezuela, a diferencia de España, Colombia y el resto de América, donde el uso predominante es con la B, como debería ser. En todo caso, todos los que llevan este apellido en nuestro país -a excepción de los de Barquisimeto, que vienen de Colombia-, son descendientes de este español oriundo, posiblemente, de Irantzu-Irún, (Guipúzcoa), o de Motrico-Oyartzun, (Vizcaya), sitios donde él abunda.

Los hijos de Juan Bautista y Rita Ignacia, fueron:

1. Manuel Antonio Arveláiz Berroeta, (MAAB) sacerdote en 1786, no tuvo sucesión. (1765-1822)

2. Juan Bautista, primero sacerdote en 1789. Ahorcó los hábitos clericales para casarse en Valle de la Pascua en 1796 con Merced Álvarez Arzola. Padres de Cipriano Arveláiz Álvarez de los primeros asentados en Agua Negra, caserío ubicado entre Tucupido, Santa María de Ipire y El Socorro. Allí tuvo una hacienda llamada Mayalito.

3, Bárbara Arveláiz Berroeta. Casó con don Francisco Hernández, (1798). Fue una de las primeras familias asentadas en El Socorro.

4. Pedro Vicente Arveláiz Berroeta c/c María Feliciana Apodaca y Vargas Machuca, su parienta en tercer grado de consanguinidad. Fue de los primeros en asentarse en Agua Negra.

5. Gracia Feliciana (Graciosa) Arveláiz Berroeta. Casada con don Pedro Amparan, iniciador de este linaje en Aragua de Barcelona. (ver descendencia en capítulo más adelante).

6. Miguel Francisco Arveláiz Berroeta. Casado en Aragua de Barcelona, (1806), con doña Josefa Francisca Chacín y Escala. En algunos documentos doña Josefa aparece como Chazzín. (Ver descendencia más adelante).

7. Juan Evangelista Arveláiz Berroeta. No se le conoce sucesión.

8. José Antonio Arveláiz Berroeta, (J.A.A.B), también conocido como “Pepe”. Primero cura (1796-1809). Ahorcó los hábitos clericales y casó en 1812 con Josefa (Chepa) de Toro, en Aragua de Barcelona. Nació en 1773, en Chaguaramal del Batey.

Este José Antonio -don Pepe- fue, según expone José Antonio de Armas Chitty, en su libro Zaraza Biografía de un Pueblo(6) y el Dr. José Francisco Torrealba, en su obra Apuntes Sobre Algunas Familias del Oriente del Guárico, en Especial Zaraza(7), el personaje que más influyó en la segunda fundación del poblado, a partir de 1829, cuando los chaguaramaleros comenzaron a regresar ordenadamente con sus familias después de 13 años de ausencia, pues el poblado había sido quemado el día de la Cruz en 1816. En 1829 el arzobispo de Caracas nombró al presbítero doctor José Vicente Polacre Burgos como propietario del beneficio curado del Unare. La actividad de don “Pepe” fue continua hasta 1868. Se constituyó, motu proprio, en el planificador de la reconstrucción y el superintendente de instrucción de la actual Zaraza. Fiel guardián de la salud moral, cívica y republicana del pueblo a pesar que hasta 1821 fue defensor de los derechos del rey de España; pero antes, de 1810 a 1813, había sido patriota.

La apreciación de los cronistas aludidos es que José Antonio Arveláiz Berroeta del Peral y Guedes de Abila Feria, reúne un anecdotario que bien armonizado da para escribir una interesante biografía. Fue respetado y querido por todos. Los alumnos de la escuela del “Manco” Chacín tenían más respeto por los exámenes que les hacía Arveláiz, que los practicados por el mismísimo “Manco”. Acabó con el bochinche de las elecciones amañadas y arregladas. El 9 de abril de 1815 aparece como jefe de un piquete de soldados realistas y es derrotado por el futuro general José (Judas) Tadeo Monagas, en el sitio de Altagracia de Ipire. En 1868, cuando la Revolución Azul de los Monagas, siendo un anciano de más de 90 años, metió en cintura a todos los revolucionarios monagueros de la localidad. Esto es una ironía del destino, pues todo quedó entre los Arveláiz y los Monagas, sobre todo si se toma en cuenta que Miguel Francisco Arveláiz Berroeta, hermano de don José, fue socio en el comercio ganadero con el general José Gregorio Monagas, como se pude reverificar en su testamento, registrado en la actual Zaraza en 1832, cuya copia certificada poseo.

Anotan los autores citados que “tal vez sea entre 1830 y 1870, la figura de más relieve del pueblo la de don José (Antonio) Arveláiz (Berroeta), apodado “don Pepe”, quien con sus propias manos colabora con la reconstrucción a partir de 1829”(..). (Fue ese año cuando el cura interino fray Juan Abreu abre el primer libro eclesial al bautizar a un niño de la familia Cuchilla. A finales de ese año llegó Polacre. Nota del autor). Aseguran Torrealba y De Armas Chitty que “Arveláiz vigila cuidadosamente la vida de Chaguaramal (Zaraza). Interviene hasta cuando la pestaña de una casa trata de afear una calle. Todos los sábados examina a los niños de la escuela municipal que dirigía el Manco Chacín, traído de Barcelona para educar párvulos, con el fin de comprobar si los niños aprendían y si el maestro cumplía con su deber”(..).

Dijo don Salvador Itriago Chacín, en conversación con De Armas Chitty, que “hay un hecho en la vida de don José Arveláiz que pone al desnudo su entereza. Después de la Guerra Azul llegaron a Zaraza, enviados de Calabozo, cuatro individuos con miras a efectuar unas elecciones. Se instalaron en la iglesia y pacíficamente, amparados por la Autoridad, dieron comienzo a su obra. Solamente aceptaban el voto cuando de antemano conocían la intención del votante. Cuando informaron a Arveláiz de lo que ocurría, abandonó su hato y envió al templo veinte hombres de su confianza. Sosteniéndose en un grueso bastón el anciano penetró en la iglesia y con la palabra recia y pausada dijo a los fabricantes de elecciones: “no acepto que se falte el respeto a Dios en este lugar ni a la sociedad con esa mentira. Las elecciones no se hacen así. Las elecciones son libres. ¡Negros para afuera. Calderos a la cocina!. Los emisarios tuvieron que abandonar de inmediato el pueblo”(..).

Aparentemente muchas familias zaraceñas llevaban como timbre de orgullo el ser compadres de don José Antonio Arveláiz Berroeta., pues cuando uno revisa el libro de registros de bautizos de la iglesia de Chaguaramal (1828 a 1853) y de Zaraza (1853 en adelante), notamos la gran cantidad de niños que fueron bautizados por él y su esposa doña Josefa “Chepa” de Toro. Microfilmes de estos libros eclesiales están disponibles en el Centro de Estudios Familiares, de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, en Caurimare, Caracas.

Llegado a este punto vamos a dar a conocer el origen de este apellido vasco, con todas las variantes que se le conocen en Venezuela:

8. Arbeláez, Arbeláiz, Arveláez, Arveláiz, Arvelais.

Con la finalidad de dejar establecida definitivamente la grafía original de este apellido , escrito en Venezuela de diferentes formas, como puede comprobarse al revisar las guías telefónicas de diferentes ciudades del país, establecen los hermanos García Carrafa en sus 59 tomos de la obra de genealogía Apellidos Españoles Venidos a América(8) , edición que reposa en la biblioteca de la Academia de la Historia en Caracas, que “la casa solar de Arbeláez –dice un expediente de pruebas de nobleza de un caballero de Santiago de este linaje- está cerca del río Bidasoa, a media lengua de Irún (Guipúzcoa). Estas noticias las confirman todos los tratadistas que hemos consultado. Se puede comprobar también en el “buscador Google”, ingresando con la palabra “Arbeláiz”, allí aparece el bello palacio del mismo nombre, ubicado en la ciudad de Irún, Guipúzcoa.

8.1. Rama Trocal

De esa casa solar de Irún era Señor, en mediados del siglo

XVI;

I. Juan de Arbeláez o Arbeláiz, natural de Irún, que casó con doña María de Anchorena, de la misma naturaleza y fueron padres de:

II. Jacobo de Arbeláez, natural y vecino de Irún; caballero de Santiago y Correo mayor de Irún, que contrajo matrimonio con doña María de Bulano, de igual naturaleza (hija de Martín de Bulano y de doña María Pérez de Goycueta, ambos naturales y vecinos de Irún), naciendo de esa unión:

III. Juan de Arbeláez de Bulano, natural y vecino de Irún, Correo mayor de esta villa y caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó en 1618. Casó con doña María Puyana, nacida también en Irún, y tuvo de ella a

IV. El capitán Agustín de Arbeláez, natural y vecino de Irún, contrajo matrimonio con doña Angela de Oláiz Fagoaga, natural de Oyarzun (hija de Juan de Oláiz y de doña Francisca de Urdinola, ambos naturales de Oyarzun), naciendo de esa unión:

V. José Arbeláez y Oláiz, natural de Irún y caballero de la Orden de Santiago, en la que ingreso en 1679. Casó este José con doña Isabel de Berroterán, de la misma naturaleza (hija de Martín de Berroterán y de doña Catalina de Echeverría, ambos naturales de Irún), y procrearon a:

VI. Juan de Arbeláez, natural de Irún y caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó en 1705.

Familia Arbelaiz

Linaje Berroeta

Primera Generación

1. Joseph1 Berroeta. Nació en 1686 en Irun, Guipúzcoa, España. Casado en la misma ciudad el año 1.707con Maria Francisca Torres Texada.[1] Murió en Irun, Guipúzcoa, España.

Los hijos de Joseph1 Berroeta y Maria Francisca Torres Texada fueron los siguientes:

2 Joaquina Francisca2 Berroeta Torres. Nació el 28 de Julio de 1.704 en Ikaztegieta, Guipúzcoa, España.[1]

3 Maria Josepha Berroeta Torres. Nació el 23 de Enero de 1.706 en Ikaztegieta, Guipúzcoa, España.[2]

+ 4 Manuel Joseph Francisco Berroeta Torres. Nació el 24 de Septiembre de 1.707 en Irun, Guipúzcoa, España.[3] Casado en Lezama de Orituco, en el año 1.736 con Mariana Del Peral Guedes y Abila Feria, hija de Carlos Del Peral y Velasco Cabello de la Parra y Maria de la O Guedes y Abila Feria. Murió en Zaraza.

5 Miguel Ygnacio Berroeta Torres. Nació el 8 de Abril de 1.710 en Tolosa, España.[4]

6 Feliz Antonio Ygnacio Jazinto Berroeta Torres. Nació el 21 de Agosto de 1.716 en Azpeitía, Guipúzcoa, España.[5]

7 Josepha Francisca Berroeta Torres. Nació el 22 de Febrero de 1.718 en Azpeitía, Guipúzcoa, España.[6]

8 Juachin Pablo Berroeta Torres. Nació el 23 de Marzo de 1.720 en Azpeitía, Guipúzcoa, España.[7]

9 Pazifico Thomas Berroeta Torres. Nació el 24 de Diciembre de 1.727 en Azpeitía, Guipúzcoa, España.[1]

Segunda Generación

4. Manuel Joseph Francisco2 Berroeta Torres (Joseph1 Berroeta). Nació el 24 de Septiembre de 1.707 en Irun, Guipúzcoa, España. Casado con Mariana Del Peral Guedes y Abila Feria,[2] hija de Carlos Del Peral y Velasco Cabello de la Parra y Maria de la O Guedes y Abila Feria, en el año 1.736 en Lezama de Orituco. Murió en Zaraza.

Los hijos de Manuel Joseph Francisco2 Berroeta Torres y Mariana Del Peral Guedes y Abila Feria fueron los siguientes:

10 Miguel Francisco3 Berroeta Del Peral. Era Cura.

+ 11 Rita Ignacia Berroeta Del Peral. Nació en el año 1.751 en Santa María de Ipire. Casada con Juan Bautista Arbelaiz Altuna y Legarra, hijo de Joan Phelipe Arbelaiz Elizalde y María Josepha Altuna Legarra, en 1764 en Santa Maria de Ipire. Murió el año 1.810 en Zaraza.

+ 12 Maria Antonia Lorenza Berroeta Del Peral. Nació en el año 1.755. Casada con Antonio Pío Ron y Tovar Vargas Machuca, hijo de Pedro Carlos De Ron y Tovar y Antonia Petronila De Vargas Machuca y Lozano de Abila Feria.

Tercera Generación

11. Rita Ignacia3 Berroeta Del Peral (Manuel2 Berroeta Torres, Joseph1 Berroeta) Nació en el año 1.751 en Santa María de Ipire. Casada con Juan Bautista Arbelaiz Altuna y Legarra,[1] hijo de Joan Phelipe Arbelaiz Elizalde y María Josepha Altuna Legarra, en 1764 en Santa Maria de Ipire. Murió el año 1.810 en Zaraza.

Los hijos de Rita Ignacia3 Berroeta Del Peral y Juan Bautista Arbelaiz Altuna y Legarra fueron los siguientes:

13 Manuel Antonio4 Arvelaez Berroeta. Sacerdote de Chaguaramal desde 1.787 a 1.822.

14 Juan Evangelista Arvelaez Berroeta.

15 Maria Margarita Arvelaez Berroeta.

16 Bárbara Arvelaez Berroeta. Casada con Juan De la Guardia.

+ 17 Miguel Francisco Arvelaez Berroeta. Casado con Francisca Josefa Chacín y Escala, hija de José Manuel Chacín y Luisa Francisca De Escala, en 1.806.

+ 18 Juan Bautista Arvelaez Berroeta. Casado con Maria de las Mercedes Álvarez Arzola en 1795.

+ 19 Gracia Feliciana Arvelaez Berroeta. Nació en el año 1.766. Casada con Pedro Maria Antonio De Emparan y Orbe, hijo de Joseph Juachin Ygnacio De Emparan y Sorrain Zarauz y Maria Ana Javeira De Orbe y Larreategui Zarauz, en 1.790 en El Chaparro.

+ 20 Pedro Vicente Arvelaez Berroeta. Nació en el año 1.770 en Zaraza. Casado con Maria Feliciana Apodaca y Vargas Machucadel Peral Guedez, hija de Celedonio Apodaca y Luisa Vargas Machuca del Peral, en 1.802.

+ 21 José Antonio Arvelaez Berroeta. Nació en el año 1.772 en Chaguaramal del Perales (Hoy Zaraza). Casado con Josefa Del Toro en 1812. Murió el año 1.869.

11. Maria Antonia Lorenza3 Berroeta Del Peral (Manuel2 Berroeta Torres, Joseph1 Berroeta) Nació en el año 1.755. Casada con Antonio Pío Ron y Tovar Vargas Machuca, hijo de Pedro Carlos De Ron y Tovar y Antonia Petronila De Vargas Machuca y Lozano de Abila Feria.

El hijo de Maria Antonia Lorenza3 Berroeta Del Peral y Antonio Pío Ron y Tovar Vargas Machuca es:

+ 22 José de la Concepción4 Ron Berroeta. Nació en el año 1.782 en Chaguaramal del Perales (Hoy Zaraza). Casado con Maria de la Soledad Moreno. Murió el 23 de Diciembre de 1.853 en Chaguaramal del Perales (Hoy Zaraza).


Linaje Arbelaiz

Primera Generación

1. Nicolás1 Arbelaiz Oyaneta. Nació en el año 1.659 en Irun, Guipúzcoa, España. Casado con María Berroa Elizalde, hija de Martín Berroa Ybarburu y Clara Elizalde, el 21 de Octubre de 1.694 en Irun, Guipúzcoa, España.[1] Murió el 11 de Noviembre de 1.729 en Irun, Guipúzcoa, España.[2]

Los hijos de Nicolás1 Arbelaiz Oyaneta y María Berroa Elizalde, todos nacidos en Irun, Guipúzcoa, España, son los siguientes:

2 Maria Jossepha2 Arbelaiz Elizalde. Nació el 21 de Junio de 1.693.[3]

3 Juan Antonio Arbelaiz Elizalde. Nació el 24 de Junio de 1.695.[4]

4 Joseph Anttonio Arbelaiz Elizalde. Nació el 17 de Diciembre de 1.697.[5]

5 Martín Arbelaiz Elizalde. Nació el 17 de Febrero de 1.704.[6]

+ 6 Joan Phelipe Arbelaiz Elizalde. Nació en el año 1.705. Casado con María Josepha Altuna Legarra, hija de Juan Altuna y Agustina Legarra, el 8 de Marzo de 1.734 en Andoain, Guipúzcoa, España.

7 Maria Thereza Arbelaiz Elizalde. Nació el 17 de Enero de 1.706.[7]

Segunda Generación

6. Joan Phelipe2 Arbelaiz Elizalde (Nicolás1 Arbelaiz Oyaneta) Nació en el año 1.705. Casado con María Josepha Altuna Legarra, hija de Juan Altuna y Agustina Legarra, el 8 de Marzo de 1.734 en Andoain, Guipúzcoa, España.[1]

Los hijos de Joan Phelipe2 Arbelaiz Elizalde y María Josepha Altuna Legarra fueron los siguientes:

8 Maria Agustina3 Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 30 de Junio de 1.734 en Andoain, Guipúzcoa, España.

9 Pedro Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 28 de Diciembre de 1.736 en Andoain, Guipúzcoa, España.

10 Joan Francisco Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 29 de Abril de 1.740 en Andoain, Guipúzcoa, España.

+ 11 Juan Bautista Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 14 de Octubre de 1.743 en Irun, Guipúzcoa, España. Casado con Rita Ignacia Berroeta Del Peral, hija de Manuel Joseph Francisco Berroeta Torres y Mariana Del Peral Guedes y Abila Feria, el año 1.764 en Santa Maria de Ipire. Murió el año 1.795 en Zaraza.

12 Maria Cathalina Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 17 de Abril de 1.745 en Andoain, Guipúzcoa, España.

13 Maria Antonia Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 22 de Febrero de 1.748 en Andoain, Guipúzcoa, España.


Linaje Altuna

Primera Generación

1. Juan1 Altuna. Nació en el año 1.686 en Guipúzcoa, España. Casado con Agustina Legarra. Murió en Guipúzcoa, España.

Los hijos de Juan1 Altuna y Agustina Legarra, todos nacidos en Andoain, Guipúzcoa, España, fueron los siguientes:

2 Gabriel2 Altuna y Legarra. Nació el 19 de Noviembre de 1.704.[1]

3 Margarita Altuna y Legarra. Nació el 14 de Noviembre de 1.706.[2]

4 Maria Francisca Antonia Altuna y Legarra. Nació el 8 de Febrero de 1.709.[3]

5 Maria Michela Altuna y Legarra. Nació el 4 de Noviembre de 1.711.[4]

+ 6 María Josepha Altuna Legarra. Nació el 11 de Junio de 1.714[5]. Casada con Joan Phelipe Arbelaiz Elizalde, hijo de Nicolás Arbelaiz Oyaneta y María Berroa Elizalde, el 8 de Marzo de 1.734 en Andoain, Guipúzcoa, España.


Segunda Generación

María Josepha2 Altuna Legarra (Juan1 Altuna) Nació el 11 de Junio de 1.714. Casada con Joan Phelipe Arbelaiz

6. Elizalde, hijo de Nicolás Arbelaiz Oyaneta y María Berroa Elizalde, el 8 de Marzo de 1.734 en Andoain, Guipúzcoa, España.

Los hijos de María Josepha2 Altuna Legarra y Joan Phelipe Arbelaiz Elizalde fueron los siguientes:

7 Maria Agustina3 Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 30 de Junio de 1.734 en Andoain, Guipúzcoa, España.[1]

8 Pedro Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 28 de Diciembre de 1.736 en Andoain, Guipúzcoa, España.[2]

9 Joan Francisco Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 29 de Abril de 1.740 en Andoain, Guipúzcoa, España.[3]

+ 10 Juan Bautista Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 14 de Octubre de 1.743 en Irun, Guipúzcoa, España.[4] Casado con Rita Ignacia Berroeta Del Peral, hija de Manuel Joseph Francisco Berroeta Torres y Mariana Del Peral Guedes y Abila Feria, en 1.764 en Santa Maria de Ipire. Murió el año 1.795 en Zaraza.

11 Maria Cathalina Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 17 de Abril de 1.745 en Andoain, Guipúzcoa, España.[5]

12 Maria Antonia Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 22 de Febrero de 1.748 en Andoain, Guipúzcoa, España.[6]


Linaje Berroa

Primera Generación

1. Martín1 Berroa Ybarburu. Nació en el año 1.630 en Irun, Guipúzcoa, España. Casado con Clara Elizalde[1] el 7 de Junio de 1.650[2] en Irun, Guipúzcoa, España. Murió el 4 de Enero de 1.674 en Irun, Guipúzcoa, España.[3]

Los hijos de Martín1 Berroa Ybarburu y Clara Elizalde, todos nacidos en Irun, Guipúzcoa, España, fueron los siguientes:

2 Nicolás2 Berroa Elizalde. Nació el 15 de Junio de 1.651.[1]

3 Juanes Berroa Elizalde. Nació el 2 de Mayo de 1.655.[2]

4 Ysavela Berroa Elizalde. Nació el 22 de Abril de 1.657.[3]

5 Magdalena Berroa Elizalde. Nació el 17 de Febrero de 1.660.[4]

+ 6 María Berroa Elizalde. Nació el 8 de Diciembre de 1.661.[5] Casada con Nicolás Arbeláiz Oyaneta el 21 de Octubre de 1.694 en Irun, Guipúzcoa, España.

7 Juanes Berroa Elizalde. Nació el 19 de Enero de 1.666.[6]

8 Maria Magdalena Berroa Elizalde. Nació el 8 de Septiembre de 1.668.[7]


[1] Maria Francisca Torres Texada. Nació en el año 1.692 en Vizcaya, España

[2] Bautismo: Fondo: San Lorenzo, en IKAZTEGIETA. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 127. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[3] Bautismo: Fondo: San Lorenzo, en IKAZTEGIETA. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 129. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[4] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 3º Bautismos. Folio/Página: 39 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[5] Bautismo: Fondo: Santa María, en TOLOSA. Título: 6º Bautismos. Folio/Página: 207 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[6] Bautismo: Fondo: San Sebastián de Soreasu, en AZPEITIA. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 162 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[7] Bautismo: Fondo: San Sebastián de Soreasu, en AZPEITIA. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 177 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[8] Bautismo: Fondo: San Sebastián de Soreasu, en AZPEITIA. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 200 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[9] Bautismo: Fondo: San Sebastián de Soreasu, en AZPEITIA. Título: 6º Bautismos. Folio/Página: 44 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[10] Mariana Del Peral Guedes y Abila Feria. Nació en el año 1.720 en Zaraza. Murió el año 1.775 en Zaraza

[11] Juan Bautista Arbelaiz Altuna y Legarra. Nació el 14 de Octubre de 1.743 en Irun, Guipúzcoa, España. Murió el año 1.795 en Zaraza. Juan Bautista Arbeláiz, o Arveláiz, de las dos formas firmaba, venido a Venezuela, al igual que su suegro, con la Compañía Guipuzcoana. En el año 1.751 le efectúan corrección de apellido, ya que en la partida de bautismo el apellido aparece como "Aruelaiz".

[12] Matrimonio: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Matrimonios. Folio/Página: 55 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[13] Partida de Defunción. Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Defunciones. Folio/Página: 118 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[14] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 200 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[15] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 210 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[16] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 3º Bautismos. Folio/Página: 3 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[17] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 3º Bautismos. Folio/Página: 26 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[18] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 3º Bautismos. Folio/Página: 32 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[19] Matrimonio: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 1º Matrimonios. Folio/Página: 9 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa

[20] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 4º Bautismos. Folio/Página: 99 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[21] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 4º Bautismos. Folio/Página: 107 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[22] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 4º Bautismos. Folio/Página: 116 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[23] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 4º Bautismos. Folio/Página: 127 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[24] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 4º Bautismos. Folio/Página: 139 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[25] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 42 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[26] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 64 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[27] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 95 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[28] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 127 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[29] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 141 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[30] Bautismo: Fondo: San Martín de Tours, en ANDOAIN. Título: 5º Bautismos. Folio/Página: 167 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[31] Clara Elizalde Nació en el año 1.636 en Irun, Guipúzcoa, España. Murió el 25 de Febrero de 1676 en Irun, Guipúzcoa, España. El apellido Elizalde aparece también como: Eleizalde y Eleyçalde.

[32] Matrimonio: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Matrimonios. Folio/Página: 3 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[33] Defunción: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Defunciones. Folio/Página: 15 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Guipúzcoa.

[34] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 33 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa. El apellido aparece en la partida como Eliçalde.

[35] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 40 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[36] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 45 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[37] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 51 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[38] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos Folio/Página: 55 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[39] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 64 vº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

[40] Bautismo: Fondo: Santa María del Juncal, en IRUN. Título: 1º Bautismos. Folio/Página: 72 rº. Perteneciente a Diócesis: Pamplona. Territorio Histórico: Gipuzkoa.

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