martes, 3 de noviembre de 2009

SYLABARIUM DE OBRAS PÚBLICAS EN EL GUÁRICO SXIX Y SXX

Manuel Soto Arbeláez


Venezuela es un país que al decir de Mariano Picón Salas se abrió al mundo en 1936, significando que el progreso comenzó en esa fecha. Es una opinión respetable que merece ser evaluada. Mucho antes los gobiernos nacionales ejecutaron tímidamente obras de desarrollo que aparecen reseñadas en las Memoria y Cuenta de los diferentes organismos públicos; así tenemos que el 20/02/1874 el general Antonio Guzmán Blanco define para algunas zonas de la nación un conjunto de obras públicas a planificar y ejecutar, de ser posible en su primer gobierno llamado el septenio. Para ello puso en funciones al recién creado Ministerio de Obras Públicas y nombra al frente de ese organismo al joven (tenía 26 años) ingeniero Jesús Muñoz Tébar, a quien encomendó además, la tarea de terminar tempranamente 126 obras en ejecución. Las correspondientes al estado Guárico o sus cercanías eran: A. Carretera Ocumare del Tuy-Caramacate. B. Villa de Cura-Calabozo. C. Villa de Cura-San Juan de los Morros y desde allí a los baños termales. D. Canal para conducir agua desde el río Guárico al actual estado Aragua (para entonces Guzmán Blanco); y del río San Juan a Parapara. E. Finalizar los baños termales de San Juan de los Morros y los de Guarumen. F. Terminar el mercado de Calabozo. G. Construcción de las iglesias de El Rastro y Barbacoas.

Al cabo de tres años, en 1877, estaban en servicio las carreteras de San Juan a los Baños sulfurosos y de San Juan a Villa de Cura y de allí a Cagua.

En cuanto a los telégrafos se señala en la Memoria de 1884 que se terminó la línea oriental que partiendo de Petare terminaba en Zaraza y otra central que partiendo de Petare pasando por Santa Lucía, Ocumare, Cúa, San Casimiro, Camatagua, Orituco, Chaguaramas y terminaba en Valle de la Pascua. Este es un dato bien importante para mí porque varias veces me había preguntado -y tratado de averiguar- cuándo tuvimos telégrafo en el Oriente del Guárico y ahora la respuesta es concluyente: en 1884. Para ello se había presupuestado la construcción de esas líneas y sus estaciones en el presupuesto del lapso 1877-1884 para ser ejecutados por los ministerios de Fomento y Obras Públicas.

Pasan varios años sin información sobre obras públicas en el Guárico hasta 1916, cuando aparecen adjudicaciones de obras y servicios al general Julián Correa para la conservación de la carretera Villa de Cura-Calabozo. Eran las llamadas “Imaginarias” en las cuales el militar gomecista que resultaba premiado por sus servicios de esbirro, soplón, torturador, etc., se le asignaba el manejo de una nómina la cual ellos manejaban a discreción aumentándola a su criterio, pero en realidad lo que acusaban era muy superior a lo que realmente manejaban; por ejemplo, le cobraban al gobierno, digamos, 100 obreros para el mantenimiento de la carretera X y en realidad empleaban no más de 30 trabajadores, lo demás se lo embolsillaba el militar beneficiario de la imaginaria. Pero ¡Oh sorpresa! En 1931 aparece disfrutando una de esas canonjías en el estado Portuguesa el coronel José Vicente Rangel, padre del homónimo que te conté. En 1932 el coronel Rodolfo C. Piña tenía la suya en El Sombrero. Posteriormente incluyeron dentro de sus obligaciones el cuido, mantenimiento y embellecimiento del famoso puente colgante sobre el río Guárico en las cercanías de la capital de Mellado. Este puente desmontado en los años 1960s y montado al sur de Guayana todavía está en servicio. Es una joya tanto desde el punto de vista de la ingeniería como de la arquitectura.

En 1945 el Ministerio de Obras Públicas, MOP, da como terminadas las carreteras de Valle la Pascua-Santa María de Ipire, Valle La Pascua-Zaraza y San Juan de los Morros-El Sombrero (relocalización). En 1965 se dio inicio a la carretera Las Mercedes-Cabruta. En total, podemos decir que en la modernidad las grandes obras en nuestro estado han sido: La Represa de Calabozo; los hospitales zonales de Calabozo, Valle de la Pascua y San Juan de los Morros; el sistema de medianos y pequeños hospitales y ambulatorios en las ciudades de menos población que los nombrados; el desarrollo hidráulico de la Cuenca del Unare, el desarrollo de la cuenca del río Tiznados, la planta física de las diferentes universidades nacionales y regionales; las edificaciones para los liceos, grupos escolares y escuelas graduadas; la electrificación de todo el Estado; el sistema telefónico integrado al sistema nacional, el acondicionamiento de la planta física del urbanismo de las principales ciudades guariqueñas. Muchas de estas obras están a punto de colapsar, debido al rápido crecimiento de la población y a la falta de un verdadero criterio de la planificación del crecimiento en todos sus órdenes y del indispensable mantenimiento previsible.

MSA. E-Mail: manuelsotoarbelaez@yahoo.comEl Guárico Oriental 1, 2 y 3 en librería La Llanera, calle Guásco frente a la plaza Bolívar, Valle de la Pascua Los libros

El Motor de aire desafía la segunda Ley de la Termodinámica. Invento de un guariqueño.